Icono del sitio salvo X gracia

5 pares de personas en 2 Timoteo

5 pares de personas en 2 Timoteo

Duck Squadron por Robert Lynch en Dominio Público (mod. 1200x550px)

En el Nuevo Testamento dos personas tienen un tremendo potencial para ejercer influencia en otros: el Señor los envió de dos en dos a predicar, «donde están dos o tres congregados en mi nombre», «si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa», Pedro y Juan en Hechos y luego Pablo y Bernabé. En varias de sus epístolas Pablo escribe junto con otro hermano. El Señor dice que Él da testimonio de Sí mismo y el Padre da testimonio de Él (Juan 8:18-19).
El sabio Salomón nos exhorta que mejores son dos que uno (Eclesiastés 4:9).

Loida y Eunice – ejemplo de fe

Cuando Timoteo es presentado en Hechos 16, se dice de él que su madre era una judía creyente pero de padre griego. Es muy posible que al decirlo de esta manera esté implicando que el padre de Timoteo no era creyente.

La primera en ser salva fue Loida, luego Eunice, luego Timoteo, de acuerdo a esta mención en 2 Timoteo. A pesar de tener un esposo inconverso Eunice consideró de suma importancia el enseñarle a Timoteo las Escrituras desde su niñez (2 Ti. 2:15). Cuando Pablo llega a Listra no simplemente consigue un creyente llamado Timoteo, sino un discípulo que, aun más, tiene buen testimonio de los hermanos de Listra e Iconio. Veo que la mayor influencia que tuvo Timoteo al principio de su carrera cristiana fue el ejemplo de su propia madre.

Hay por lo menos dos cosas que podemos resaltar de la madre de Timoteo, Eunice, y de su abuela, Loida:

Figelo y Hermógenes – ejemplo de falla

Lo que sabemos de estos dos personajes es muy poco, pero el contexto en el cual son mencionados nos hace ver cuál fue su falla. Pablo expone su decepción en ver cómo fue abandonado en momentos de dificultad por los creyentes en Asia. De estos creyentes Figelo y Hermógenes se resaltan, quizás por ser muy cercanos al apóstol Pablo en otros momentos de su ministerio, o quizás por haber sido dos que tenían la oportunidad de animar al apóstol pero no lo hicieron.

Cualquiera haya sido el caso su mención hace ver un tremendo contraste entre ellos y la casa de Onesíforo, mencionada en el versículo siguiente. Onesíforo confortó al apóstol muchas veces, lo buscó solícitamente y lo encontró, es decir, mostró un interés por el apóstol y por la prueba por la que estaba pasando (al estar preso) con el fin de animarle y confortarle.

Cuando veo a otros creyentes pasar por dificultades, ¿soy como Figelo y Hermógenes o soy como Onesíforo?
Pero Pablo también nos deja un gran ejemplo de perseverancia. A pesar que todos lo habían abandonado, Él resalta la fidelidad de Cristo al decir «el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas». Aunque otros nos abandonen podemos estar seguros que Cristo siempre estará con nosotros, Él no falla.

Himeneo y Fileto – ejemplo de falso

Estos hombres se habían unido para enseñar falsa doctrina entre los creyentes. Himeneo es mencionado también en 1 Timoteo 1:20 con otro hombre, Alejandro, y se dice de ellos que «naufragaron en cuanto a la fe», por lo cual tuvieron que ser disciplinados «para que aprendan a no blasfemar». Himeneo, vemos que siguió en su error y arrastró a Fileto en el mismo error, pero juntos «trastornan la fe de algunos».

Pablo exhorta a Timoteo a «usar bien la palabra de verdad». Esto se obtienen mediante la lectura y el estudio de la Palabra de Dios. El mismo Timoteo era vulnerable a ser llevado por esta corriente de falsa enseñanza y la única manera de detenerla era con la verdad. Si yo hubiese vivido en la misma época que Himeneo y Fileto, ¿estuviese contado entre los que fueron trastornados por la falsa enseñanza? En el día de hoy también hay muchos lugares donde se enseña doctrina falsa, torciendo la Escrituras para su para su propio desvío, y son capaces de influenciar en muchos. La única manera de no dejarme llevar por lo falso es conocer lo verdadero.

El Señor Jesucristo también tuvo que enfrentar a quienes enseñaban falsa doctrina en cuanto a la resurrección: los saduceos. Este grupo se le acercó al Señor para exponerle una situación (Mateo 22:23-33) de 7 hermanos que, a lo largo del tiempo, se habían casado con una misma mujer sin dejar descendencia. Estaban tratando de tentar al Señor, pero Jesús con gran sabiduría les dijo «Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios…Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos». Quizás una Escritura en la que nosotros no hubiésemos pensado pero que el Señor utilizó para silenciar la falsa enseñanza de estos hombres.

Janes y Jambres – ejemplo de falsificar

Estos son los magos que estaban delante de Faraón y querían imitar todas los milagros que Moisés y Aarón hacían. El v.5 nos habla de quienes «tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita». Esa era la clase de persona que eran Janes y Jambres. Querían parecerse a Moisés, pero su poder y sus obras no venían de Dios.

Pablo también habla en 2 Corintios 11:13-14 de los «son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz». Éstos tienen una doble vida, aparentan una cosa pero realmente son otra. Sin embargo, al igual que Janes y Jambres que les llegó un momento en que no pudieron seguir imitando las obras de Dios, también estos «no irán más adelante» (2 Timoteo 3:9).

Priscila y Aquila – ejemplo de fidelidad

Esta pareja es mencionada seis veces en la Biblia y cada vez que son mencionados están juntos. Priscila y Aquila nos da un ejemplo de la unión en el matrimonio.

Podemos pensar en, por lo menos, tres esferas en las que ellos estaban juntos:

Satanás ataca mucho el matrimonio porque es algo que fue instituido y trae gloria a Dios. Un matrimonio sólidamente unido es un testimonio de verdades espirituales en cuanto a Cristo y la Iglesia y puede tener un gran impacto en otros para el buen testimonio del evangelio.

Miguel Mosquera

Compartir

Salir de la versión móvil