Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envíoHechos 26:16-17
El Señor Jesucristo se le apareció a Saulo cuando iba camino a Damasco, y se le apareció con un propósito. Cristo tenía un plan para la vida de Pablo (o Saulo) que no era el que él estaba llevando hasta ese momento. Te hago la pregunta, ¿estás llevando a cabo el propósito por el cual Cristo te ha salvado?
Dios tiene un propósito con tu vida, no te ha salvado para dejarte abandonado y a la deriva. No es solamente para rescatarte del pecado y que seas librado de la condenación del infierno. Los años que te queden aquí en la tierra son para que hagas la voluntad de Dios para ti, no desperdicies este tiempo.
Pensemos en tres propósitos por los cuales Cristo te salvó:
Santificación:
1 Tesalonicenses 4:3 nos dice que «la voluntad de Dios es vuestra santificación». La santificación es vivir una vida de separación. Separación no significa aislamiento, pero como cristianos debemos llevar una vida diferente al mundo. Debe haber una distinción, somos de Cristo no somos del mundo. «Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece» (Juan 15:19). No somos del mundo, por lo tanto, el mundo no define nuestra conducta o estilo de vida. No andamos conforme a las reglas del mundo sino conforme a la Palabra de Dios.
Testificar:
El Señor Jesucristo le dijo a aquel endemoniado que fue sanado «Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti» (Marcos 5:19). Este hombre apenas había sido salvo, pero ya tenía un mensaje que comunicar: «las grandes cosas que el Señor había hecho con él». De la misma manera tienes un mensaje que comunicar, para que «abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados» (Hechos 26:18). ¿Hay alguien que conozcas con quien puedas compartir las buenas noticias de salvación hoy?
Conocerle:
Uno de los objetivos que tenía el apóstol Pablo en su vida era conocer a Cristo (Filipenses 3:10). No era que no le conocía, o que no fuera salvo, sino más bien poder aprender más acerca de Él con el propósito de «llegar a ser semejante a Él». Dios está tan complacido con su amado Hijo que quiere reproducir el carácter de su Hijo en cada creyente. Puedes llegar a serlo, por eso el mandamiento que encontramos en 1 Corintios 11:1 «Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo».
¿Estás viviendo conforme a estos tres propósitos por los cuales Cristo te salvó?
Miguel Mosquera
2 Comments on “3 propósitos que Dios tiene para ti”
Dios los bendiga son de gran bendicion para mi vida sus enseñanzas me esta alludando bastante sigan adelante
Amén… Qué bueno que han sido de provecho.
Saludos,
Miguel