El final de la vida de Saúl

MiguelDevocionales3 Comments

¡Cómo han caído los valientes! 1 Samuel 31:3

El final de la vida de Saúl es triste. A pesar de ser el ungido de Jehová para ser el primer rey de Israel, se caracterizó por ser un hombre rebelde y obstinado. Desechó la Palabra de Dios y no le dio la importancia debida, y a partir de ese momento su vida fue un desastre (1 Samuel 15:23). Aunque reinó por un tiempo más, ese tiempo adicional que tuvo no significaba que estaba bien lo que estaba haciendo o que había corregido su camino, sino más bien las oportunidades que Dios le estaba dando para que se arrepintiera.

Después de la desobediencia de Saúl respecto a la derrota de los amalecitas, su vida estuvo invadida por el temor. Tuvo temor de Goliat, tuvo temor de David, tuvo temor de escuchar las palabras de Samuel cuando le dijo lo que iba a ocurrir en la batalla y tuvo temor de los flecheros. Su temor era el resultado de que el Espíritu de Jehová se había apartado de él, y el Espíritu de Santo se apartó de él porque Saúl había desechado la Palabra de Dios (1 Samuel 15:14).

No escuchó el consejo. Tomó malas decisiones. Persiguió al inocente. Descuidó al pueblo de Israel. Sus siervos fueron afectados, el pueblo de Israel sufrió derrotas y, aun peor, su familia fue afectada. Mató a toda la familia sacerdotal e incluso estaba dispuesto a matar a su propio hijo, en un arrebato de ira (1 Samuel 20:33). ¿Cómo es que el escogido de Dios pudo llegar tan bajo espiritualmente? Desechó la Palabra de Dios.

El mensaje es muy solemne. Son lecciones que están en las Escrituras para nuestra enseñanza. No pienses que nunca vas a llegar al nivel al que llegó Saúl. Lo mismo pasará a cualquiera que desechare la Palabra de Dios.

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