Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decíanLucas 24:27
¿Alguna vez le ha pasado que está ansiosamente buscando algo que está justo al frente suyo? ¿Sería posible pararse a la orilla de la playa de Nueva York y no ver la estatua de la libertad o llegar al centro de París y no ver la torre Eiffel? Quizás son cosas tan evidentes que sería imposible pasarlas por alto. ¿Es posible que leamos la Biblia y pasar por alto el tema principal que es el Señor Jesucristo? Es tan obvio y aun así lo pasamos por alto con facilidad.
Los libros históricos no solamente tienen como objetivo enseñarnos sobre cosas que ocurrieron. Los libros poéticos no están allí para darnos cantos y consejos. Los libros proféticos van más allá que revelarnos eventos futuros. El deseo de Dios es revelar a su Hijo y que nosotros podamos verlo, y aprender de Él, a lo largo de toda la Biblia.
¿Cómo lees la Biblia? Es verdad que por la Palabra de Dios vemos cómo Él quiere que vivamos. Sin embargo, más que una serie de reglas para cumplir Dios quiere que vivamos como Cristo, que lo imitemos a Él. ¿Cómo responder ante la tentación, la crítica, la presión del mundo, la burla, la prueba? El Señor fue «tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado» (Hebreos 4:15) y es por eso que es «es poderoso para socorrer a los que son tentados» (Hebreos 2:18).
Cuando leas la Biblia hoy, aprende algo sobre Cristo y ponlo en práctica.
Miguel Mosquera
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