Saludad a Apeles, aprobado en CristoRomanos 16:10
Con el auge de Facebook en los últimos años se ha vuelto cada vez más fuerte la obsesión de algunos en obtener «likes» en sus publicaciones. El número de «likes», o «me gusta», es sinónimo de popularidad y de aprobación. La gente vive en un engaño, tratando de mostrar lo que otros quieren ver en lugar de lo que realmente son. Se afanan por revisar constantemente el perfil de Facebook para saber cuántos «likes» tienen. A veces el Facebook puede reflejar lo que tenemos en nuestro corazón. Estamos buscando la aprobación de quién. ¿Familiares? ¿Amigos? ¿Compañeros? ¿o incluso de gente desconocida? ¿O estamos buscando la aprobación de Cristo?
En uno de sus primeros discursos el Señor Jesucristo habló duramente a los fariseos que estaban constantemente buscando «ser vistos de los hombres» (Mateo 6:5). Solamente lo superficial, la apariencia, con el fin de obtener popularidad y ser vistos. Buscaban la gloria y el reconocimiento de otros, y no tenían ningún interés en buscar el reconocimiento de Dios. Hablando con reverencia ¿Cuántos «me gusta» daría Cristo a tus publicaciones? O más bien, ¿Cuántas de las cosas que haces y en las cuales inviertes tiempo y esfuerzo tienen la aprobación del Señor? ¿Lo que haces es para agradarle a Él principalmente o para agradarte a ti mismo?
El apóstol Pablo envía saludos a «Apeles, aprobado en Cristo». Evidentemente que todo creyente es aprobado por Dios porque nos ve en el Señor Jesucristo, pero más que eso, la vida de Apeles fue una vida consagrada y dedicada a Cristo, y por eso tenía su aprobación.
Cristo vino a cumplir la voluntad de Dios. Él dijo al venir al mundo «He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad» (Hebreos 10:7). No hacía las cosas para buscar la aprobación de la gente. Al contrario, mucho de lo que hizo generó crítica de parte de los presentes, sin embargo, Él se deleitaba en buscar la aprobación de Dios y darle gloria a Él. Por eso con mucha razón el apóstol Pedro, al predicar en Jerusalén, dijo: «Jesús nazareno, varón aprobado por Dios» (Hechos 2:22).
Entonces, ¿cuántos «likes» tienes, y de quién?
Miguel Mosquera
Compartir