Teófilo

MiguelDevocionalesLeave a Comment

Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruidoLucas 1:3-4

Lucas dedica sus dos escritos a un hombre llamado Teófilo. El primero es su evangelio, donde relata con detalle los acontecimientos relacionados con la vida del Señor Jesucristo; el segundo, el libro de Hechos. Veamos al menos dos cosas con relación a Teófilo.

Era un oficial de alto rango. La palabra “excelentísimo” quiere decir ‘muy honorable’ y es usada otras tres veces en el Nuevo Testamento para referirse a hombres importantes en el gobierno romano (Félix – Hechos 23:26; 24:3 y Festo – 26:25). Esto nos hace ver que el evangelio es un mensaje dirigido a todas las personas, sin importar su posición social o conocimiento académico (Lucas era un médico de profesión – Colosenses 4:14), Dios “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:3).

Teófilo era un creyente interesado en conocer más del Señor Jesucristo y la expansión del evangelio. Lucas le está escribiendo acerca de “la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas”. Las cosas ciertísimas son aquellas de las cuales ellos ya estaban plenamente persuadidos, ya que Teófilo había creído en la verdad del evangelio de Cristo.

Qué gozo sería para Teófilo recibir este evangelio y aprender más acerca del Señor Jesucristo y su vida aquí en la tierra. Lo que Lucas y Teófilo compartieron no eran pensamientos superficiales sobre la vida de Cristo, sino una narración histórica, detallada y bien fundamentada de lo que Él hizo y enseñó. Que tengamos ese mismo anhelo de aprender y profundizar más en nuestro conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Más de Jesús quiero aprender,
más de su gracia conocer,
más del amor con que me amó,
más de la cruz en que murió.

Miguel Mosquera

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