Me asaltaron en el día de mi quebranto; mas Jehová fue mi apoyo2 Samuel 22:19
En el capítulo 23 de Segunda de Samuel encontramos una descripción breve de los valientes de David con alguna hazaña que hicieron en las batallas. Pero el capítulo 22 es un cántico de David a Dios por haberle librado de todos sus enemigos. Más allá de la valentía y las hazañas de los soldados de David, él sabía que su liberación vino de Dios quien fue el principal Valiente que tuvo a su lado.
Los enemigos de David le habían cerrado el camino para que no avanzara (v.33), le habían rodeado y atemorizado (v.5), se levantaron contra David y evidenciaron que eran mucho más fuertes que él (v.18). Si no lograban destruir a David, al menos iban a inutilizarlo mediante la amenaza y el temor.
Pero David tiene su confianza enteramente en Dios. Dios despejó su camino, le dio la fuerza necesaria y le capacitó para la batalla. Dios peleó por él y le libró de sus enemigos. Todo el mérito es para Dios, por lo que David dice al final: “Viva Jehová, y bendita sea mi roca, y engrandecido sea el Dios de mi salvación” (v.47).
En ocasiones el quebranto y el temor pueden asaltarnos y rodearnos, pero así como David, Dios es nuestro apoyo.
Los enemigos son muy poderosos;
Tú eres mi Amigo, oh Dios, fuerte adalid.
En la batalla me das hoy tu ayuda;
vencido no seré, confiando en Ti.
Miguel Mosquera
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