Quizás uno de los temas donde puede haber más desacuerdo entre los cristianos y maestros de las Escrituras. Extraño pensar que podamos dar importancia a la doctrina de Cristo como cabeza, pero pasar por alto el símbolo.
Al hablar de la cubierta en la iglesia tenemos que referirnos a 1 Corintios 11 donde realmente encontramos dos símbolos: la cabeza cubierta de la mujer y la cabeza descubierta del hombre.
(Algunos considerarán que los dos símbolos en 1 Corintios 11 son el velo y el cabello, sin embargo, como veremos más adelante, el principio doctrinal es Cristo como cabeza, por lo que considero que los símbolos que representan esta verdad son la cabeza cubierta de la mujer y la cabeza descubierta del hombre, mientras que el cabello no ilustra este principio).
Voy a comenzar presentando el principio doctrinal:
Cristo como cabeza
Esto lo vemos especialmente en las epístolas de Efesios y Colosenses, donde se nos deja muy claro que Cristo es la Cabeza del cuerpo, que es la iglesia:
“y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”
Efesios 1:22-23
“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”
Efesios 4:15
“porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador”
Efesios 5:23
“vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad... la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios”
Colosenses 2:10,19
En estas menciones encontramos que Cristo es la Cabeza de la Iglesia universal o total. Esto implica que Él es la autoridad, preeminencia, importancia, quien dirige todo el cuerpo. Además, el apóstol está explicando que el cuerpo se nutre a través de la cabeza y que todo el cuerpo está sujeto a las directrices de la cabeza. Esto es fácil visualizarlo con el cuerpo humano, ya que así funciona la relación del cuerpo con la cabeza.
Esta doctrina es representada por medio del matrimonio, como lo dice Efesios 5:23 “el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia”. En este pasaje hay dos imágenes visuales para hablar de la relación de Cristo y la iglesia: el cuerpo humano y el matrimonio, porque la relación de Cristo y la Iglesia es también como la relación entre el marido y la esposa; y en ese orden de ideas el apóstol pone las dos imágenes una al lado de la otra para hablar de que en el matrimonio el marido es cabeza de la mujer. Además del matrimonio, esta doctrina es representada en la creación y en la iglesia local y esto nos lleva a 1 Corintios 11.
1 Corintios 11
Al leer 1 Corintios 11:2-16 es sencillo darnos cuenta de que la palabra cabeza es utilizada en dos sentidos: la cabeza física y la cabeza espiritual. La primera es la parte del cuerpo, la segunda es señal de autoridad. Esto no es un asunto de costumbre, ya que el apóstol comienza hablando de instrucciones dadas a la iglesia (v.2) y por esto el apóstol los alaba. No tendría sentido que Pablo alabe a los corintios por mantener una costumbre de la zona o de la época.
Luego, en el v.3, notamos que su argumento no está basado en la práctica, sino en la doctrina. Él no utiliza una práctica para ilustrar una doctrina, sino que utiliza una doctrina para establecer una práctica:
“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”
1 Corintios 11:3
Dios es la cabeza de Cristo
Aquí no está hablando de superioridad, ya que menciona que “Dios es la cabeza de Cristo” (que además está mencionado de último). Está dando un orden establecido por Dios.
En la misma Trinidad divina vemos esta verdad ilustrada: Dios es la cabeza de Cristo. En las Escrituras leemos frecuentemente de Dios estableciendo la acción mientras que el Hijo vemos ejecutando la acción. Jack Hunter dice: “Es evidente en la Deidad, cada persona toma su lugar y asume responsabilidad en ciertas esferas. El Padre determina; los consejos eternos están asociados a Él, también su cumplimiento. El Hijo es visto en relación con llevar a cabo la obra que se necesita hacer; Él crea y redime. El Espíritu es Aquel por cuya energía lo que ha sido llevado a cabo es de beneficio para todos los redimidos”.
El Señor Jesucristo se sujetó voluntariamente a Dios para venir a este mundo y llevar a cabo la obra de la redención. Su obediencia implicaba un alto costo, dar su propia vida y sufrir insondablemente en la cruz. En humildad y perfecta obediencia Cristo dijo: “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (Hebreos 10:7). Si Cristo no se hubiese sujetado a Dios al venir a este mundo no habría ninguna posibilidad de salvación y todos los hombres estuviéramos condenados sin esperanza. Aquí vemos la importancia que el apóstol Pablo está dando a la sujeción al orden divino.
El varón es la cabeza de la mujer
Aquí no estamos en la esfera del matrimonio, sino en la esfera de la creación, como lo muestran los vv.8-9. Nuevamente, no está refiriéndose a superioridad sino al orden establecido por Dios. El hombre no es superior ni más importante que la mujer. Los mismos vv.8-9 así lo demuestran. Pero es necesario mencionar que “el varón es la cabeza de la mujer” para poder entender el por qué el varón lleva la cabeza descubierta y la mujer la cabeza cubierta.
Cristo es la cabeza de todo varón
Ahora llegamos a lo que tiene que ver con la iglesia local. No quiero decir con esto que Cristo solamente sea cabeza del varón en las reuniones de la iglesia local. Nos dice que “Cristo es cabeza de todo varón”, por lo tanto, esto es en toda esfera y en todo momento. Solamente que es en la reunión de la iglesia local que esto es representado visualmente por medio de la cubierta. En la iglesia local Cristo es la autoridad.
Los símbolos
Ahora el apóstol pasa a hablar sobre los símbolos.
Primero, es la cabeza descubierta del hombre, dicho implícitamente en el v.4 - “Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza”. Afrentar es traer vergüenza, deshonra o desgracia; esto viene como consecuencia de cubrir la cabeza, por lo cual el hombre debe tener su cabeza descubierta. Este pensamiento es reforzado en el v.7 al explicar que “el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios”.
Además de la cabeza descubierta del hombre, encontramos la cabeza cubierta de la mujer, dicho implícitamente en el v.5 - “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado”. Luego es reforzado en el v.7 al explicar que “la mujer es gloria del varón”.
De manera que, en la iglesia, la cabeza cubierta del hombre manifiesta que Cristo es Cabeza de la iglesia y, por lo tanto, se mantiene visible. La cabeza descubierta de la mujer manifiesta que el hombre, que es cabeza de la mujer, se mantiene velado para demostrar que solamente Cristo es quien tiene la autoridad en la iglesia, y que la mujer se sujeta a este orden establecido por Dios. Todo esto es diseño de Dios visto desde el momento de la creación.
Luego se mencionan los ángeles: “Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles” (v.10). Los ángeles recordarán cuando uno de ellos, Satanás, se sublevó a la autoridad divina y se rebeló contra Dios y muchos ángeles le siguieron. Ahora, los ángeles serán testigo de que en la iglesia los creyentes se sujetan al orden divino trayendo así honra al Señor.
¿En lugar de velo es dado el cabello?
Cuando continuamos leyendo no podemos evitar rascarnos la cabeza al llegar a los vv.14-15 - “La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello”.
¿Quiere decir que si la mujer tiene el cabello largo ya no necesita velo?
Pensar que la mujer con cabello largo no necesita cubierta no tendría sentido en vista de todo lo que el apóstol dice en los primeros versículos. No habría necesidad de hablar sobre el velo ya que solamente se necesitaría enfatizar que las hermanas se dejaran crecer el cabello. Además de esto, tendríamos que concluir que en la iglesia está bien encontrar hermanas con el cabello largo y sin cubierta y otras hermanas con el cabello corto y con cubierta. Esto no tendría ningún sentido considerando la explicación que el apóstol ha dado en los vv.4-13.
Lo que más bien el apóstol Pablo está indicando es reforzar la idea de la cubierta al establecer la razón de la naturaleza. Es propio que el hombre tenga el cabello corto y por lo tanto descubierta su cabeza. Mientras que, así como la mujer tiene un velo natural el cual es el cabello largo, de la misma manera debe tener un velo en la iglesia, lo cual es su cabeza cubierta.
No hay ninguna distinción entre el hombre y la mujer en cuanto a su valor, espiritualidad, esencia o capacidades. Sin embargo, Dios ha establecido un orden en su creación que refleja el orden divino también donde la mujer debe sujetarse al varón y éste a su vez debe estar sujeto a Cristo. Esto se ve reflejado mediante la cabeza descubierta del hombre y la cabeza cubierta de la mujer.
Miguel Mosquera
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