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¿Apareció Samuel a Saúl cuando éste consultó a la adivina de Endor?

¿Apareció Samuel a Saúl cuando éste consultó a la adivina de Endor?

Primero, hacemos bien en citar los versículos de la Biblia a los que hace referencia la pregunta (1 Samuel 28:8-20) 

8 Y se disfrazó Saúl, y se puso otros vestidos, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas subir a quien yo te dijere. 9  Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir? 10  Entonces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto. 11  La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel. 12  Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo: 13  ¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra. 14  Él le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia. 15  Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer. 16  Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo? 17  Jehová te ha hecho como dijo por medio de mí; pues Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David. 18  Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy. 19  Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos. 20  Entonces Saúl cayó en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; y estaba sin fuerzas, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan. 

 

En cuanto a este pasaje hay dos posiciones, personalmente, tomo la primera, pero también voy a dar la otra posición. 

Hay quienes consideramos que en ese caso particular Samuel SÍ se le apareció a Saúl, por las siguientes razones: 

  • La mujer se sorprendió cuando vio a Samuel (v.12) – ya que dice que ella “clamó en alta voz”, esto indica que ella no vio lo que siempre había visto, quizás algún espíritu haciéndose pasar por otra persona, sino que vio algo distinto, esto es, el espíritu de Samuel. Esta aparición sorpresiva para la adivina hizo que ella misma se diera cuenta que algo sobrenatural estaba ocurriendo y por eso se dio cuenta que Saúl la había engañado (al principio ella no sabía que era Saúl). 
  • El relato nunca indica que fuese un espíritu haciéndose pasar por Samuel – el Espíritu Santo bien pudo haber dicho que no era Samuel, sino algún espíritu de mentira, como lo vemos en otros casos (1 Reyes 22:11-22). 
  • El mensaje comunicado a Saúl era totalmente verdad – Satanás sabe engañar, y siempre engaña. Es cierto que a veces Satanás mezcla la verdad con la mentira, sin embargo, nunca puede decir una verdad completa, siempre miente porque es padre de mentira (Juan 8:44). El mensaje dicho a Saúl hablaba sobre eventos futuros y en su totalidad se cumplió: (1) Israel sería derrotado frente a los filisteos, (2) Saúl moriría y (3) sus hijos también morirían en la batalla. 

Solamente en este caso Dios permitió que Samuel apareciera para comunicarle la solemne noticia de la muerte de Saúl y sus hijos. Tenemos otro caso donde Dios permitió que aparecieran personas que ya habían pasado a la eternidad, como en el monte de la transfiguración cuando aparecieron Moisés y Elías con Jesús. Fueron casos únicos en que Dios lo permitió. De ninguna manera pienso que sea posible de manera regular comunicarse con los muertos (ver artículo sobre ¿Es posible comunicarse con los muertos?). 

Otros comentaristas también sostienen esta posición. William MacDonald dice: “Dios interrumpió la sesión espiritista de forma inesperada permitiendo que el verdadero Samuel apareciera” (Believer’s Bible Commentary, 1 Samuel 28:11-14, por William MacDonald). T E Wilson comenta: “La fuerte exclamasión de la mujer señala que algo extraordinario estaba ocurriendo, no por sus hechizos, Samuel (no un espíritu engañoso) había aparecido frente a ella” (La Biblia enseña, 1 Samuel 28:11-14, por T E Wilson). William Fereday dice: “Samuel tuvo la única experiencia de ser enviado a la tierra con un mensaje de Dios” (Samuel: God’s Emergency Man, página 59, William Fereday). Un comentario más: “Es manifiesto tanto que la aparición de Samuel fue real como que la mujer no estaba preparada para ello” (Barnes’ Notes, The Bible Commentary, 1 Samuel 28:12, por Albert Barnes y James Murphy). 

Ahora quisiera presentar el otro lado que afirma que NO era Samuel, sino algún espíritu haciéndose pasar por Samuel. Cito completamente al comentarista Matthew Henry sobre estos versículos: 

“I. El espectro, o aparición, personificando a Samuel, pregunta por qué le llamaron (v.15) – ‘¿Por qué me has inquietado haciéndome venir?’ Para nosotros esto descubre que era un espíritu inmundo que se estaba haciendo pasar por Samuel; debido a que (como el obispo Patrick observa) no está en el poder de las adivinas inquietar el descanso de buenos hombres y traerlos de nuevo al mundo cuando les place; tampoco habría el verdadero Samuel reconocido tal poder en las artes mágicas: pero para Saúl esta era una artimaña de Satanás para atraer la veneración a él, para apoderarse de él con una opinión sobre el poder de la divinación y así desviarlo a los intereses del diablo. 

    1. Saúl pone su queja sobre el supuesto Samuel, confundiéndolo con el verdadero, y su queja más triste es: ‘estoy muy angustiado y no sé qué hacer pues los filisteos pelean contra mí; pero podría estar mucho mejor si al menos tuviera la presencia de Dios conmigo; pero, ¡oh! Dios se ha apartado de mí’. No se había quejado de que Dios se había apartado hasta que estuvo en problemas; hasta que los Filisteos hicieron guerra contra él, entonces es cuando comienza a lamentarse de que Dios se apartó de él. El que en su prosperidad no buscó a Dios, ahora en su adversidad piensa que Dios es duro en no responderle, ni en su búsqueda, ni en sueños ni profetas, y tampoco le dio respuesta inmediata a él directamente ni tampoco le envió a alguno de sus mensajeros. Él no actúa como un hombre arrepentido, reconociendo la justicia de Dios en todo esto, sino, como un hombre enojado, culpa a Dios de injusto y se aleja de Él: por esto te he llamado; como si Samuel, un siervo de Dios, estuviera a favor de aquellos que ven con malos ojos a Dios, o como si un profeta muerto pudiera hacer mayor servicio que los profetas vivos. Uno pudiera pensar, de aquí, que su verdadero deseo era encontrarse con el diablo, y esperaba a ningún otro (aunque bajo la máscara del nombre de Samuel), porque deseaba consejo que no fuera de Dios, y por lo tanto vendría del diablo, quien es el rival de Dios. ‘Dios me niega, por lo tanto vengo a ti. Flectere si nequeo superos, Achoronta movebo” – Si no puedo con el cielo, moveré el infierno.

III. Es un triste consuelo lo que este espíritu inmundo (con el manto de Samuel) le da a Saúl, y es manifiesto que su intención es llevar al desespero y al suicidio. De haber sido el verdadero Samuel, cuando Saúl deseó saber qué hacer él debió decirle que se arrepintiera y se reconciliara con Dios, llamar a David de su destierro y le hubiese dicho que de esta manera habría la esperanza de encontrar misericordia con Dios; pero, en cambio de esto, él representa el caso como sin esperanza y sin remedio, haciendo lo mismo que hizo con Judas, de quien fue primero un tentador y luego un atormentador, persuadiéndolo a vender a su Maestro y luego ahorcarse. 1. Él le reprende con su presente angustia (v.16), le dice, no solamente que Dios se ha apartado de él, pero que también se ha vuelto su enemigo y, por lo tanto, no puede esperar respuesta consoladora de Él: ‘¿y para qué me preguntas a mí? ¿Cómo podría ser tu amigo cuando Dios es tu enemigo, o tu consejero cuando Él te ha dejado?’ 2. Le reprende con el ungimiento de David para el reino (v.17). No podría haber tocado una cuerda que fuera más desagradable para el oído de Saúl que esta. Nada se dice de reconciliarse con David, sino que todo tiende a exasperarlo en contra de David y abrir más la brecha. Sin embargo, para hacerle creer que era Samuel, la aparición afirmó que Dios fue el que habló a través de él. El diablo sabe cómo hablar con aire de religión, y puede enseñar falsos apóstoles a transformarse en apóstoles de Cristo e imitar su lenguaje. Aquellos que usan encantos y magia, y ruegan, en defensa de ellos, que sólo hay cosas buenas en ellos, podrían recordar las palabras buenas que el diablo aquí dice y, sin embargo, con un diseño malicioso. 3. Le reprende con su desobediencia al mandamiento de Dios en no destruir a los amalecitas (v.18). Satanás le había ayudado a mitigar y excusar este pecado cuando Samuel había tratado con él para llevarlo al arrepentimiento, pero ahora lo está agravando, para hacerle desesperar de la misericordia de Dios. Ve lo que reciben aquellos que prestan atención a las tentaciones de Satanás. Él mismo será su acusador, y les insultará. Y mira a quién se parecen aquellos que atraen a otros al mal y les reprochan cuando lo han hecho. 4. Le predice su ruina (v.19). (1) Que su ejército sería derrotado por los filisteos. Esto es mencionado dos veces: Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos. Esto lo podía predecir al considerar la superioridad en número y fuerza de los filisteos, la debilidad del ejército de Israel, el terror de Saúl y, especialmente, que Dios se había apartado de ellos. (2) Que él y sus hijos serían muertos en la batalla: Mañana, esto es, en poco tiempo (y, suponiendo que ya era después de la medianoche, se podría tomar que el siguiente día del que ya había comenzado), estaréis conmigo, tú y tus hijos, esto es, en el estado de los muertos, separados del cuerpo. Si fuera este el verdadero Samuel, no hubiera podido haberle dicho esto a menos que Dios mismo se lo hubiera revelado y, aunque era un espíritu inmundo, Dios pudo habérselo revelado, como leemos en cuanto al espíritu inmundo que predijo la caida de Acab en Ramot de Galaad y fue un instrumento en eso (1 Reyes 22:20), como quizás este espíritu inmundo lo era, por el permiso divino, en la destrucción de Saúl. Aquel espíritu inmundo que halagó a Acab, este asustó a Saúl, y ambos para que cayeran. Tal es la miseria de aquellos que caen bajo el poder de Satanás; ya ‘Que se enoje o que se ría, no tendrá reposo’ (Proverbios 29:9)”.

Miguel Mosquera

Si quieres saber algo más o tienes algún comentario sobre esta u otra pregunta puedes contactarnos a info@salvoxgracia.com

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