Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia… Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de DiosProverbios 2:2,4-5
Esto nos ha hecho creer que somos sabios, pero no es así. Tener información no es tener sabiduría. La sabiduría no se obtiene por una búsqueda de internet, ni tampoco se recibe instantáneamente.
Dios es la fuente de la sabiduría: “Jehová da la sabiduría… Él provee de sana sabiduría a los rectos” (Proverbios 2:6-7). Así que el primer paso para tener sabiduría es una reverencia y obediencia a Dios: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová” (Proverbios 1:7).
Hay que abrir el oído a su Palabra y disponer el corazón para obedecerla. Estudiarla continua y diligentemente. Desearla y valorarla; buscarla como el tesoro más preciado. Requiere esfuerzo y tiempo, pero su recompensa es incalculable.
Que conocer a Dios sea nuestro centro y todo en mi vida gire en torno a Él.
Oh Dios, tu palabra es fiel y veraz;
a los que la guardan da gozo y paz.
Tus leyes perfectas y límpidas son;
tu sabiduría dan al corazón.
Miguel Mosquera
Comparte este artículo