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Caleb – Un hombre de convicciones sólidas

Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos… con nosotros está Jehová; no los temáis. Entonces toda la multitud habló de apedrearlosNúmeros 13:30; 14:9-10

Caleb es uno de los hombres más destacados del Antiguo Testamento al cual muchas veces no damos importancia, pero tiene mucho que enseñarnos.

Cuando una persona va en contra de los demás o de la manera de pensar de la mayoría se le puede considerar como terco o anticuado. Sin embargo, cuando esa convicción está basada en la Palabra y el Poder de Dios, entonces la cosa es diferente.

Caleb había ido a reconocer la tierra prometida junto con otros once hombres. Diez de ellos, aunque reconocían que la tierra era buena, estaban convencidos de que era imposible conquistarla. Caleb y Josué se pararon firmes en su posición: Dios les daría la tierra que había prometido. No era terquedad, era confianza en Dios. La amenaza de ser apedreados y morir no cambió su convicción en Dios.

Vivimos en un tiempo en el cual somos forzados a seguir “la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Efesios 2:2). Los ataques, insultos y desprecios son constantes y tienen como objetivo debilitar nuestros brazos para dejarnos llevar por el mundo con sus “mejores ideales” contrarios a Dios y a su Palabra y que llevan a la ruina al ser humano.

Nuestro deber como cristianos es mantener nuestra posición, firmes en la Palabra de Dios, confiados en su poder, cualquiera sea el costo.

¡Estad por Cristo firmes!
Las fuerzas son de Él;
el brazo de los hombres
jamás seraos fiel.
Vestíos la armadura,
velad en oración;
deberes y peligros
demandan más tesón.

Miguel Mosquera

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