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Completamente seguros

Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad Salmo 91:4

Este salmo no tiene título ni tampoco conocemos al autor. Es un salmo que describe la protección de Dios para aquellos que ponen su confianza en Él. Comienza exaltando a Dios. Fíjese en los nombres que se le dan a Dios: Altísimo, Omnipotente, Dios, Jehová. No hay otro por encima de Él, no hay otro más poderoso que Él. El salmista exalta a Dios y también expresa su relación con Él: Esperanza mía, castillo mío; mi Dios en quien confiaré.

Quien escribe el salmo tiene una idea principal en mente: decir a otros que el que confía en Dios va a estar seguro. Sin embargo, él utiliza varios ejemplos para expresar la misma verdad. El lazo del cazador, la peste destructora, el terror nocturno, la saeta, pestilencia, mortandad, batalla, plagas. ¿Quién podría mencionar tantas situaciones diferentes en que Dios puede proteger sino uno que ha pasado por todo esto? Él esta tan convencido de la protección de Dios es precisamente porque ha experimentado esa protección en más de una ocasión. Es en las circunstancias adversas que aprendemos de la protección de Dios.

Es un error pensar que la protección de Dios consiste en que todo va a ir bien y no vamos a pasar por situaciones adversas. Eso fue lo que Satanás quiso dar a entender cuando tentó al Señor y le citó este salmo. Satanás le dijo a Cristo: «escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán para que no tropieces con tu pie en piedra». Esa escritura viene del Salmo 91:11-12, pero el diablo omitió la frase «que te guarden en todos tus caminos». Él sigue utilizando el mismo engaño, haciéndonos pensar que nos va a ir muy bien y que podemos satisfacer cualquier capricho de nuestro corazón porque Dios siempre va a estar de nuestro lado para librarnos de todo.

El salmo es claro en exponer que Dios es poderoso para protegernos, al confiar en Él y abrigarnos bajo su sombra. Vendrán dificultades y circunstancias adversas, pero en Dios estamos completamente seguros.

Miguel Mosquera

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