Corriendo rápido y seguro… pero ¡en la dirección equivocada!

MiguelBuscando a DiosLeave a Comment

Muchos buscan la fama en el deporte, pero no el tipo de fama por la que más se conoce el nombre de Jim Marshall.

Fue en un partido de fútbol americano entre los Vikingos de Minnesota y los 49ers de San Francisco, el 25 de octubre de 1964. Jim Marshall jugaba defensa. Le tocaba el turno al balón al equipo de San Francisco. Después del saque, el jugador de San Francisco perdió la pelota dejando la jugada en ‘balón suelto’. Allí estaba Jim Marshall, con agilidad y rapidez, tomó la pelota y comenzó a correr a toda velocidad. Jim corrió con toda confianza por 66 yardas (60 metros), ninguno podía alcanzarle. El asunto es que nadie le alcanzaba porque no había nadie siguiéndolo. ¡Jim Marshall estaba corriendo en la dirección equivocada!

Miles de espectadores estaban atónitos, los jugadores de Minnesota no sabían qué hacer. Cuando llegó a la línea final Jim lanzó la pelota en tono de victoria. Qué tonto se sintió cuando se volteó hacia los demás esperando ser felicitado por todo su equipo y se dio cuenta del error tan grande que había cometido. ¡Había anotado para el equipo contrario!

La vida es como un camino. Así como todos tenemos un comienzo también tendremos un final. Hay solamente dos caminos por donde se puede andar en la vida, el camino que escojamos nos llevará al destino eterno de nuestra alma. El Señor Jesucristo dijo: “ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella, porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 6:13).

¿En cuál camino estás? ¿Te encuentras entre los muchos que escogen el camino ancho y se pierden o has escogido el camino angosto de los que se salvan? También el sabio dijo: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12).

Muchos van por la vida en el camino equivocado. Tienen mucha confianza de su propio camino, son sabios en su propia opinión. El camino de la vida no es la religión, las buenas obras o del disfrute de los placeres del mundo. Ninguna de estas cosas llevará a una persona al cielo. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

Hay un solo camino que lleva al cielo, es Cristo. Rechazar este camino no es simplemente un error, es un acto de rebelión hacia Dios
Años más tarde, recordando los eventos de aquel juego, Jim dijo: “este es probablemente el peor error que una persona puede cometer”. Podemos decirle: “No, Jim, ese no es el peor error que una persona puede cometer”. El peor error que una persona puede cometer es vivir la vida en el camino ancho del pecado y placer, y perder la oportunidad de ser salvo y prepararse para la eternidad.

Nadie puede darse el lujo de equivocarse en relación al camino de la vida. Cristo dijo que “lleva a la perdición”. Es la perdición eterna del alma. No se equivoque en la decisión que toma con respecto a su alma. Hay un solo camino que lleva al cielo, es Cristo. Rechazar este camino no es simplemente un error, es un acto de rebelión hacia Dios.

La salvación es una decisión que una persona toma con relación al Salvador. ¿Qué camino vas a escoger? No vayas por la vida corriendo en la dirección equivocada. “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).

Miguel Mosquera

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