La primera vez que aparece, es en Deuteronomio 3:26 «Basta, no me hables mas de este asunto» Habían pasado ya cuarenta años, e Israel había vivido experiencias en el desierto, indescriptibles, asi como también habían probado la fidelidad, el poder y la gracia de un Dios omnipotente. Dios había ordenado que, por cuanto habían desalentado a los hijos de Israel para que no poseyesen la tierra que Dios había dado, en Su ira, no verían los varones, que subieron de Egipto de veinte años para arriba, ,la tierra que había dado por juramento, por cuanto no fueron perfectos en sus corazones en pos de El. El tiempo se cumplió, y Dios le dijo a Moisés, que el vería la tierra prometida al pueblo de Israel, mas no entraría a ella, por cuanto no le creyó, ni le santificó en las aguas de la rencilla de la congregación, a los ojos de ellos,(Números 20) dejándose llevar por el impulso carnal del pedimento del pueblo, golpeó la peña cuando Dios había ordenado hablarle. Dios no paso desapercibido aquel asunto, Moisés vio morir a un buen numero de israelita que quedaron postrados en el desierto, también a su hermana María y su hermano Aarón, parecía que ya habían muerto los testigos de aquel incidente, y Moisés oró a Dios, hay una expresión en Deuteronomio 3, «en aquel tiempo», lo que da a entender que lo hizo mas de una vez, hasta que Dios le dijo, Basta, no mas, insistencia. Moisés entendió, Dios dijo y el hará, su palabra se cumpliría y Moisés mostraría también en este caso su mansedumbre, ya que cuando Dios le dijo al final de su vida, sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y al norte, al sur y al este y mira con tus ojos, porque no pasaras el Jordán y le instruyó ya viejo sus últimas tareas antes de morir: toma al joven Josué, pondrás tu mano sobre el, le darás el cargo en presencia de la congregación, pondrás de tu dignidad sobre el, para que toda la congregación le obedezca, y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar anímalo, fortalécelo, por el entrarán y por el saldrán y el les dará la tierra que verás. Y subió Moisés de los campos de Moab, a la cumbre del Pisga y murió Moisés siervo de Jehová, y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy. Sus ojos no se oscurecieron ni perdió su vigor. Y nunca mas se levantó profeta como Moisés, a quien haya conocido Dios, cara a cara. Nadie como el en todas las señales y prodigios y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que hizo a la vista de todo Israel.
La segunda vez que aparece es en «2da. Samuel 24;16 » Basta ahora , detén tu mano» No era desconocido para el Rey David ni para el pueblo, lo que significaba el censo, Dios había dado instrucciones precisas a Moisés cuando ordenaba la construcción del tabernáculo de reunión, en Éxodo 30;11, y su incumplimiento conllevaría muerte. 1ra. Crónicas 21;1 relata que Satanás incitó a David, no era cualquier cosa, Satanás tenía su mano metida en el asunto, con razón el apóstol Juan dice: Satanás el cual engaña al mundo entero. Es un ser incansable, inmisericorde, insensible e insistente. No dudo por un momento cuantas fueron las veces que incitó a David, sus años habían caído y estaba en las postrimerías de sus días, antes había pecado y Dios lo había perdonado, sin embargo su experiencia vivida no era garantía para otra caída, Joab insistió en no hacerlo porque era pecado, pero su voluntad era mayor y Satanás obtuvo la victoria. Dios dijo a David; tres cosas te ofrezco, tu escogerás una, siete años de hambre en la tierra, tres meses huyendo por derrotas, en la persecución de sus enemigos, o tres días de peste en la tierra por la espada de Jehová . Por no haber pensado antes, tenía que hacerlo ahora, el dijo: en grande angustia estoy. David escogió caer en las manos de su Dios porque reconoció que las misericordias de Dios eran muchas en extremo, antes que caer en las manos de los hombres.
David reconoció que había pecado, le pesó en su corazón, había actuado loca y neciamente, y había hecho pecar al pueblo, pero Dios, es el Dios de la segunda oportunidad, el dijo: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto y otra vez: y rogó a Dios le quitara el pecado porque lo había hecho neciamente. Dios dijo al ángel, basta, detén tu mano. Pedro vivió una experiencia similar, Satanás lo incitó y no una, sino tres veces, Pedro negó al Señor, ahora el recomienda: Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente anda buscando a quien devorar (1ra. Pedro 4:8). Pablo va mas allá, sabe que el diablo asecha, tiene sus dardos preparados y es seguido por huestes espirituales de maldad en regiones celestes , quienes están bajo sus órdenes, el también recomienda a vestirnos de toda la armadura de Dios, para estar firmes contra las asechanzas del diablo (Efesios 6:11-12).
La tercera y última vez que aparece la expresión es en 2da Corintios 12:9, «Bástate mi gracia» Pablo , al igual que todos los creyentes, fue salvo con un propósito para Dios, no hay creyente sin propósito, resta a cada uno revisar su vida, Dios dijo: porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los Gentiles, y de reyes y de los hijos de Israel. Y también, te enviaré lejos a los Gentiles, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que lo testifiques también en Roma. En mas de una ocasión el habló, de lo que había recibido del Señor y el mismo reconoce que el Señor se le apareció a él como a un abortivo. Ahora tenía mucho de que confiar en la carne, sin embargo agrega, pero cuantas cosa eran para el ganancia las estimaba como perdida por amor de Cristo. Estimaba todo como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, por amor del cual lo había perdido todo y lo tenía por basura para ganar a Cristo. En su experiencia recibió visiones y revela el Espíritu Santo que Pablo fue arrebatado al tercer cielo, al Paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. Aquí tenemos un hombre que tenia no solo en que confiar en la carne sino también gloriarse en sí mismo, pero él dice para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente me fue dado un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. Respecto del cual he rogado tres veces que lo quite de mi y me ha dicho, Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.
Concluyo entonces que Dios en su infinita gracia nos exhorta a poner nuestros ojos en Jesús, pues no hemos resistido aun, hasta la muerte, combatiendo contra el pecado, porque Dios da gracia a los humildes y resiste a los soberbios. Nos trata como hijos y nos exhorta diciendo: hijo mío, no menosprecies la disciplina, ni desmayes cuando eres reprendido, porque el Señor al que ama, disciplina y azota a todo aquel que recibe por hijo. Pero si se os deja sin disciplina, entonces sois bastardo y no hijo. Y es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible a los que en ella han sido ejercitados. Es Dios quien dice» Basta», pues el suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria, en Cristo Jesús.
Y el mismo Dios de paz, os santifique por completo, y todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
1 Tesalonicenses 5:3Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
1 Tesalonicesnses 5:24
Romer Benjamín Mosquera