Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos? … Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por IsraelJueces 1:1; 2:10
Sin embargo, esta generación que había comenzado muy bien también falló. Una de sus fallas fue que no comunicaron las maravillas y mandamientos de Dios a la siguiente generación. Los hijos de ellos no conocían a Jehová, no tenían convicción sobre su grandeza y autoridad sobre la nación de Israel. No mostraban respeto por sus mandamientos, porque no los conocían. Dios le había dicho al pueblo: “Estas palabras que yo te mando hoy, estarán en tu corazón; y las repetirás a tus hijos” (Deuteronomio 6:6-7). Ellos no lo hicieron así.
Los padres de Moisés instruyeron a su hijo en el temor de Jehová. Años más tarde “Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón” (Hebreos 11:24).
Necesitamos que la generación futura tenga sus convicciones en la Palabra de Dios. Es ella la que les va a servir de guía cuando nosotros ya no estemos.
¡Cuán firme cimiento se ha dado a la fe
de Dios en su eterna Palabra de amor!
¿Qué más Él pudiera en su libro añadir,
si todo a sus hijos lo ha dicho el Señor?
Miguel Mosquera
Comparte este artículo