Y vino palabra de Jehová a Salomón, diciendo: Con relación a esta casa que tú edificas, si anduvieres en mis estatutos e hicieres mis decretos, y guardares todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré contigo mi palabra que hablé a David tu padre; y habitaré en ella en medio de los hijos de Israel, y no dejaré a mi pueblo Israel1 Reyes 6:11-13
En algunas ocasiones vemos a Dios hablando antes o después de algún trabajo. En esta ocasión vemos a Dios hablando en medio del trabajo. Salomón entendía que la responsabilidad de construir el templo era una responsabilidad grande. ¡Qué gracia y compasión la de Dios en hablar a Salomón para darle ánimo en medio del trabajo!
Dios anima a Salomón a andar en su palabra, asegurándole que Él cumpliría sus promesas y manifestaría su presencia. Esto daría fuerzas a Salomón para continuar, para esforzarse y seguir dando lo mejor para la casa de Dios.
La construcción del templo era un trabajo que tomaría tiempo. Requería dedicación, paciencia y constancia. Solamente con la ayuda de Dios podía Salomón hacer una obra tan grande y majestuosa. Dios quería hacerle saber a Salomón que Dios estaba con él.
Dios, en su gracia, también nos da ánimo para continuar en Su obra. Muchas veces, nos hace ver de una forma especial, bien sea por medio de su Palabra, por palabras de ánimo de algún creyente o de distintas maneras, que su presencia está con nosotros. Su Palabra nos da fuerzas para seguir. La carrera cristiana requiere dedicación, paciencia y constancia. Vendrán momentos de dificultad o desánimo mientras trabajamos. Dios quiere hacernos saber que Él está con nosotros.
Cuando el apóstol Pablo estaba en Corinto predicando el evangelio, había quienes se oponían y blasfemaban del mensaje. Esto hacía el trabajo más difícil. Pero el Señor mismo se le presentó para decirle: “No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo” (Hechos 18:9-10). ¡Cuánto consuelo trajo al apóstol!
Estemos atentos a Su voz. Andemos en sus estatutos. Él ha prometido cumplir su promesa y manifestar su presencia. Sigamos edificando para Él, para su gloria.
Miguel Mosquera
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