Cuando leemos tantos nombres utilizados en las Escrituras para el Espíritu Santo, no debemos conformarnos simplemente con saber que todas estas menciones se refieren a la misma Persona. Más bien, los nombres tienen mucho que enseñarnos sobre el carácter y actividad del Espíritu Santo. Lo mismo ocurre cuando consideramos los nombres y títulos dados al Señor Jesucristo, por ejemplo, cada uno de ellos nos enseñan acerca de Él y viene a ser un estudio muy provechoso meditar en cada uno de estos nombres.
No tenemos tiempo ni espacio suficiente para considerar en detalle cada uno de estos nombres, de manera que mencionaremos estos nombres con sus citas bíblicas y veremos en más detalle algunos de ellos.
Espíritu
Gran parte de la idea del pensamiento de que el Espíritu Santo es una fuerza o influencia viene dada por la palabra más común usada en la Biblia para referirse a Él, y es la palabra griega ‘pneuma’. Esta palabra significa ‘viento’ o ‘soplo’ y es usada para este sentido en algunos casos (Juan 3:8). Sin embargo, una sola palabra no es suficiente para revelarnos toda la verdad sobre el Espíritu Santo. Es por eso que necesitamos aprender sobre los diferentes nombres, ya que ellos nos ayudan a tener una mejor perspectiva y apreciación sobre quién es el Espíritu Santo.
Entonces, la idea del Espíritu Santo como una fuerza es rápidamente refutada al considerar los diferentes pasajes de las Escrituras que nos hablan sobre Él, así como sus nombres. Ya hemos hecho esto en el primer estudio.
Quizás una manera de agrupar los nombres para un mejor entendimiento sería:
- Nombres que resaltan su Deidad e Igualdad con Dios: Espíritu de Dios, Espíritu de Jehová, glorioso Espíritu de Dios...
- Nombres que resaltan su Afinidad con otras Personas de la Trinidad: Espíritu de Cristo, Espíritu de su Hijo, Espíritu de vuestro Padre...
- Nombres que resaltan una Cualidad: Espíritu Santo, Espíritu de gracia, Espíritu de inteligencia...
- Nombres que resaltan su Actividad: Consolador, Espíritu de adopción, la Unción...
Nombres que resaltan su Deidad e Igualdad con Dios – glorioso Espíritu de Dios
El nombre de “glorioso Espíritu de Dios” nos hace ver, claramente, la deidad del Espíritu Santo. El nombre “glorioso Espíritu” también es traducido en otras versiones como “el Espíritu de gloria”. “La gloria de Dios” expresa todo lo que Dios es y hace.
Ahora, quiero que me siga a una secuencia de versículos:
- “El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham” (Hechos 7:2). No hay duda de quién se está refiriendo aquí Esteban en su predicación. Cuando Génesis nos relata este hecho nos dice: “Jehová había dicho a Abram” (Génesis 12:1).
- “El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él” (Efesios 1:17)
- “La que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria” (1 Corintios 2:8).
- “Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas” (Santiago 2:1)
- “Sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros” (1 Pedro 4:14)
Cuando vemos todos estos versículos juntos nos damos cuenta de la grandeza, honra, resplandor de Dios, todo lo que Él es y todo lo que hace, presentes en el Padre, en el Hijo y, también, en el Espíritu Santo.
Nombres que resaltan su Afinidad con otras Personas de la Trinidad - Espíritu de Cristo
En el estudio pasado notábamos que el Espíritu Santo tiene voluntad e individualidad, sin embargo, nunca actúa a expensas ni en contradicción con el Padre y el Hijo. Hay perfecta armonía y unidad entre las Personas de la Trinidad.
La persona que resalta en Romanos 8 es el Espíritu Santo, quien mora en nosotros, y es por medio del Espíritu que podemos vivir una vida que agrade a DiosPero, los nombres del Espíritu Santo también nos enseñan sobre esta afinidad que hay entre el Espíritu Santo y el Padre o el Hijo. El creyente es visto como “en Cristo” (enfatizando nuestra posición en Él) y “de Cristo” (enfatizando que somos posesión de Él); es esta segunda a la que hace referencia el versículo: “si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Romanos 8:9). Al recibir a Cristo como Salvador venimos a ser posesión de Él, como lo dijo: “conozco mis ovejas, y las mías me conocen”, y esto está garantizado por la morada y permanencia del Espíritu Santo en nosotros, pero se usa el nombre ‘Espíritu de Cristo’ para enfatizar nuestro vínculo con Él por medio del perfecto vínculo que existe entre el Espíritu y el Hijo.
Pero la afinidad del Espíritu Santo con el Señor Jesucristo puede ser estudiada más a fondo de lo que hemos hecho en esta sección. El Señor hizo muy claro la relación del Espíritu Santo con su ministerio aquí en la tierra, cuando dijo: “si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios” (Mateo 12:28). Así que, estudiar la relación del Espíritu Santo con el ministerio del Señor en la tierra es sumamente provechoso. Aunque por espacio no lo haremos en esta ocasión, dejamos un bosquejo:
- En su nacimiento – Lucas 1:35
- Ungido por el Espíritu Santo – Lucas 4:18; Hechos 10:38
- Lleno del Espíritu Santo – Lucas 4:1
- Guiado por el Espíritu Santo – Lucas 4:1
- En sus milagros – Mateo 12:28
- En su muerte – Hebreos 9:14
- En su resurrección - 1 Pedro 3:18
Nombres que resaltan una Cualidad - Espíritu Santo
“El Espíritu Santo” es, sin duda, uno de los nombres más usados en el Nuevo Testamento y se menciona unas 100 veces. La cualidad de la santidad del Espíritu guarda una cercana relación con el carácter de Dios.
Dios es santo y ésta es una cualidad única de Dios. Isaías, en su visión frente al trono de Jehová, escucha los serafines clamar sin cesar: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria” (Isaías 6:3). En el resto de su profecía se refiere a Dios como “el Santo de Israel”. En el anuncio del nacimiento del Señor, el ángel dijo: “el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35).
De manera que la santidad es característico de Dios y, por lo tanto, también del Espíritu Santo, al punto que está tan íntimamente ligado a Él que lo lleva en su nombre.
Nombres que resaltan su Actividad - Espíritu de adopción
Quizás el nombre que se relaciona con su actividad y que es más conocido, y más apela a nosotros, es su nombre de Consolador. Sin embargo, hablaremos en otro estudio sobre la promesa del Espíritu Santo dada por el Señor Jesucristo a sus discípulos en el aposento alto y allí consideraremos este nombre con más detalle, junto con su actividad.
Así que, por el momento tomemos el nombre dado en Romanos 8:15 “no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”.
Romanos 8 es un capítulo interesante a estudiar para aprender más sobre el Espíritu Santo, en especial su relación con el creyente. Allí se describe al creyente como uno que anda “conforme al Espíritu”. En el capítulo 7 el personaje que resalta es el “yo” y “mi” y esto lleva a la final conclusión “Miserable de mí, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24). Sin embargo, en el capítulo 8 todo cambia. La persona que resalta en este capítulo es el Espíritu Santo, quien mora en nosotros, y es por medio del Espíritu que podemos vivir una vida que agrade a Dios.
Hay mucho sobre el Espíritu en este capítulo:
- Andar conforme al Espíritu (v.1)
- Las cosas del Espíritu (v.5)
- Ocuparse del Espíritu (v.6)
- Vivir según el Espíritu (v.9)
- La morada del Espíritu (v.9)
Además, tenemos las actividades del Espíritu, como:
- Guiarnos (v.14)
- Da testimonio a nuestro espíritu (v.16)
- Nos ayuda en nuestra debilidad (v.26)
- Intercede por nosotros (v.26).
El nombre del Espíritu de adopción nos muestra que es el Espíritu Santo quien nos hacer ver y apreciar la realidad de nuestra estrecha relación con Dios como hijos de Dios. Somos miembros de la familia de Dios, por el amor de Dios somos llamados hijos de Dios, lo cual el Espíritu de adopción nos permite apreciar esta dignidad y privilegio que tenemos, para llevarnos a exclamar ¡Abba, Padre! Uno que es tan sublime y, aun así, tan cercano.
Los nombres del Espíritu Santo nos enseñan más sobre Él, su carácter, su actividad y cómo se relaciona con nosotros. Que aprendamos más sobre Él para que vivamos y andemos en el Espíritu.
Miguel Mosquera
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2 Comments on “Estudios sobre el Espíritu Santo – 02 – Sus Nombres”
Estoy aprendiendo a conocer al Espíritu Santo
Excelente, qué bueno Teresa.
Gracias,
Miguel