Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye… Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que bien le pareciere. 1 Samuel 3:9,18
La palabra de Dios: tener la actitud correcta hacia la palabra de Dios es muy importante para la vida cristiana. Aunque Elí no recibía visión frecuente de parte de Dios, él le enseña a Samuel de la importancia de que Dios nos hable y de tener un oído presto para escuchar lo que Dios tiene que decir. Obviamente que para nosotros la voz de Dios es la Biblia, y al leer la Biblia debemos tener la misma actitud que tuvo Samuel, de decir a Dios «habla, porque tu siervo oye». El Señor Jesucristo le preguntó a aquel intérprete de la ley (Lucas 10:26): «¿qué está escrito en la ley? ¿cómo lees?» Y hacemos bien en aplicar esto en nuestras vidas: leer la Biblia con la actitud correcta, entendiendo que al leer, Dios mismo nos está hablando.
Los planes de Dios: a medida que leemos la Biblia con el deseo de escuchar lo que Dios tiene que decirnos, nos vamos a dar cuenta que Dios nos irá revelando sus propósitos. A veces Dios usará su Palabra para animarnos y consolarnos, pero en muchas otras ocasiones Dios usará escrituras y ejemplos en la Biblia para mostrarnos áreas en nuestra vida que tenemos que corregir, o algo en nuestro carácter que cambiar, o quizás cosas que no estamos haciendo bien. ¿Tenemos la actitud correcta en aceptar de Dios estas correcciones? Aunque lo que Dios le dijo a Samuel no era muy agradable y, obviamente, Samuel no se lo quería decir a Elí, aquel día Samuel aprendió que cualquiera sea la voluntad de Dios debo aceptarla y sujetarme a ella. «Jehová es; haga lo que bien le pareciere».
Pero esto sé: le digo
toda duda, todo afán.
¡Cuán paciente se demuestra!
¡Cuánto gozo a mi alma da!
Mas a veces me reprende;
no sería amigo fiel
si Él nunca me dijera
de las faltas que en mí ve.
Miguel Mosquera
Foto de portada y texto: Cat por George Hodan en Dominio Público (mod. 1024x586px)
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