Incuestionables

MiguelDevocionalesLeave a Comment

Ellos entonces, después de amenazarlos, los soltaron, no hallando ningún modo de castigarlos, por causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que se había hechoHechos 4:21

No había nada qué decir de ellos, nada de qué acusarlos. Lo único que pudieron hacer fue amenazarlos. En ocasiones somos acusados y la acusación es válida. Esaú dijo de Jacob que era un engañador, ¡y tenía toda la razón! (Génesis 27:36). El cristiano no debe dar razón para ser acusado. Su andar no debe ser cuestionable. El Señor Jesucristo en muchas ocasiones fue acusado, pero acusado falsamente. Dijeron que echaba fuera demonios por Beelzebú (Mateo 12:24); que pervertía la nación y prohibía dar tributo al César (Lucas 23:2); de hablar mal del sumo sacerdote (Juan 18:22). Todas estas acusaciones eran mentira. Cuando los discípulos fueron arrestados los sacerdotes también buscaron la manera de acusarlos pero no había nada qué decir de ellos. Sus vidas eran íntegras y no había nada cuestionable que diera pie a una acusación.

Esto se debe a dos razones. Los sacerdotes vieron que ellos habían andado con Jesús (Hechos 4:13). Andar con el Señor produce un cambio en nuestras vidas. Mientras más tiempo con Él, más nos vamos a parecer a nuestro Salvador. En segundo lugar, la sanidad de aquel hombre no era para atraer la atención a sí mismos sino más bien para glorificar a Dios.

Más adelante, en su primera epístola, el apóstol Pedro nos enseña que «ninguno de vosotros padezca como homicida, ladrón o malhechor, o por entrometerse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello» (1 Pedro 4:15-16). ¿Hay algo en tu vida que sea cuestionable?

Miguel Mosquera

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