Ellos entonces, después de amenazarlos, los soltaron, no hallando ningún modo de castigarlos, por causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que se había hechoHechos 4:21
Esto se debe a dos razones. Los sacerdotes vieron que ellos habían andado con Jesús (Hechos 4:13). Andar con el Señor produce un cambio en nuestras vidas. Mientras más tiempo con Él, más nos vamos a parecer a nuestro Salvador. En segundo lugar, la sanidad de aquel hombre no era para atraer la atención a sí mismos sino más bien para glorificar a Dios.
Más adelante, en su primera epístola, el apóstol Pedro nos enseña que «ninguno de vosotros padezca como homicida, ladrón o malhechor, o por entrometerse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello» (1 Pedro 4:15-16). ¿Hay algo en tu vida que sea cuestionable?
Miguel Mosquera
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