Icono del sitio salvo X gracia

Jehová es mi pastor

Jehová es mi pastor; nada me faltaráSalmo 23:1

Mucho se ha escrito sobre este salmo que nunca deja de traernos frescura y aliento en nuestro andar. Siempre se nos hace interesante como un experimentado pastor, David, escribe de otro Pastor más excelente y perfecto. Cristo es el buen Pastor (Juan 10:11), el gran Pastor de las ovejas (Hebreos 13:20) y el Príncipe de los pastores (1 Pedro 5:4). De manera que este salmo no muestra el carácter de Cristo como nuestro Pastor.

Los primeros 3 versículos el Pastor nos lleva a lugares de descanso. Necesitamos reponer fuerzas en los delicados pastos, refrescarnos en las aguas de reposo y restauración para nuestra alma. Allí Él provee para nuestras necesidades para que nada nos falte.

En el versículo 4 se describe cuando pasamos por lugares de dificultad. El asalariado ver el peligro y huye, pero así no es nuestro buen Pastor quien nos cuida con amor. Cuando más lo necesitamos Él está allí, su presencia nos hace sentir seguros.

En el versículo 5 trae a la mente los momentos de asecho. Los angustiadores están allí, infundiendo temor y robando la paz y la tranquilidad. Aún sin hacer nada, su presencia es suficiente para que nuestro corazón se acelere. Sin embargo, nuestro Pastor adereza mesa delante de ellos para hacernos sentir protegidos y en paz.

Finalmente, los lugares de deleite en los cuales esperamos morar eternamente, la casa de Jehová, donde disfrutaremos eternamente de la presencia de nuestro Pastor. Allí no habrá más dificultades ni angustiadores, sino Él lo llena todo. ¡Qué gloriosa esperanza!

Tengo un Pastor divino, nada me faltará; 
a delicados pastos siempre me llevará. 
Confortará mi alma, y guiado me veré 
por senda de justicia en que por Él iré.
(Ver himno completo)

Miguel Mosquera

Compartir

Salir de la versión móvil