El principal adversario de Dios es Satanás. El nombre mismo de ‘Satanás’ significa ‘adversario’. El diablo se opone a todo lo que proviene de Dios y a todo lo que es valioso para Dios. Así que, siempre que veamos oposición y crítica a la Palabra de Dios debemos saber que quien está detrás de ello es el mismo Satanás.
Satanás es un ser maligno, en carácter y obras. No debemos ignorar sus maquinaciones. ¿Qué hace el diablo para atacar la Biblia?
Siembra duda
Ya hemos notado que esto lo ha hecho desde el principio. Al poner en duda la Palabra de Dios Eva estaba más vulnerable al pecado. Satanás siembra la duda para restar autoridad a la Palabra de Dios y, cuando dudamos de su autoridad, estamos propensos a la desobediencia y la rebelión. El salmista fue muy claro cuando dijo “Tus testimonios son muy firmes” (Salmo 93:5), no debemos dudar de la Palabra de Dios ni por un momento.
Altera la Palabra de Dios
Los cambios que le hace Satanás son muy sutiles para que no sean notados, pero son cambios drásticos y graves que cambian el mensaje de Dios. Cuando tentó al Señor Jesucristo citó la Biblia, pero omitiendo una frase con el fin de engañar. Hay quienes han alterado la Palabra de Dios con el fin de confundir y engañar.
Quienes niegan la deidad de Cristo han tenido que alterar la Biblia para poder apoyar sus ideas, y así han hecho con otras ideas que no provienen de Dios. Esto es obra del enemigo.
Contradecir la Palabra de Dios
En el Edén le dijo a Eva: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios” (Génesis 3:4-5). Fue directamente en contra de lo que Dios había dicho. Por eso el Señor Jesucristo dijo que el diablo “es mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44).
Quita la semilla
Erradicar del mundo la Biblia sería el daño más grande que se le puede hacer al ser humano, sin embargo, esto nunca va a ocurrir
Así lo explicó el Señor en su parábola de aquellos que oyen, pero no entienden, “viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón” (Mateo 13:19). “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos” (Hebreos 4:12), es por esto que Satanás no quiere que la Palabra de Dios sea entendida y evita que alguien se interese, e incluso piense, mucho en la Biblia.
Busca destruir la Biblia
“Cuando Jehudí había leído tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cortaplumas de escriba, y lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el brasero había” (Jeremías 36:23). Cuando el profeta Jeremías escribió las palabras de Dios en un libro y la leyeron al rey de Israel, éste se enojó tanto que destruyó el libro.
Satanás también ha hecho esto muchas veces: destruir la Biblia. A lo largo de la historia, y aún el día de hoy, hay quienes buscan destruir la Palabra de Dios escrita. Erradicar del mundo la Biblia sería el daño más grande que se le puede hacer al ser humano, sin embargo, esto nunca va a ocurrir.
El enemigo de Dios también utiliza quienes lleven a cabo su plan y es por eso que vemos tanta oposición a la Palabra de Dios hoy día. “Dios no escribió la Biblia, lo escribieron fueron simples hombres”, “es un libro muy antiguo que ya no es válido al día de hoy”, “la Biblia está llena de contradicciones”, “está llena de historias absurdas que sólo los niños las creen”, son solamente algunas de las críticas que con frecuencia uno escucha para desacreditar la Biblia. Quien está detrás de todo esto es el adversario quien se ha opuesto a la Palabra de Dios desde el principio y es el padre de mentira.
La Biblia sigue siendo el libro más impreso y vendido en el mundo y, a pesar de la mucha persecución, no podrá ser destruido. Gamaliel dijo con sabiduría y verdad, “si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir” (Hechos 5:38-39).
Miguel Mosquera
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