El autor de la Biblia, en su totalidad, es Dios. Así lo expresa 1 Timoteo 3:16, “Toda la Escritura es inspirada por Dios”. Muchas veces surge la pregunta: ¿La Biblia fue escrita por Dios o por simples hombres? Quienes atacan la Biblia, y no creen en ella, alegan que no tienen por qué creer, aceptar y sujetarse a un libro que fue escrito por débiles hombres, igual que ellos.
Estos hombres fueron utilizados por Dios para escribir las palabras de Dios. La armonía que existe a lo largo de las Escrituras no es debido a que sus autores se pusieron de acuerdo para exponer un mismo mensaje, sino que la fuente de ese mensaje es la misma: Dios.
¿Qué significa, entonces, que la Biblia es ‘inspirada por Dios’?
Esta palabra ‘inspirada’ significa ‘soplada o exhalada’ por Dios. Dios sopló su palabra a aquellos hombres que escribieron la Biblia. Era el mensaje de Dios, comunicado por Dios de manera milagrosa para que no hubiese ningún error, ni de concepto ni de palabra, en lo que se estaba escribiendo. Otra escritura en 1 Pedro también nos ayuda con esto: “porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21).
No fue que el Espíritu Santo les dio el bosquejo o idea general de lo que quería que escribieran y después cada uno fue dejado a su plena libertad de escoger qué palabras usar. Hasta el mínimo detalle fue cuidadosamente indicado por el Espíritu Santo, por lo que el Señor Jesús dijo, “ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mateo 5:18). Entonces Dios fue muy cuidadoso en cada detalle. No hubo error, cada palabra, cada frase escogida para transmitir la verdad divina. Se considera que esto fue así en la copia original que escribieron los autores de cada libro de la Biblia. En algunos casos los escritores no fueron testigos de los hechos (por ejemplo, Moisés al escribir Génesis) y, por supuesto, el Espíritu Santo le reveló los acontecimientos.
Estos hombres escribieron de sus propios errores. Muy bien pudieron estos autores haber presentado una mejor imagen de sí mismos antes de escribir sobre sus fallas, sin embargo, estaban escribiendo los hechos como ocurrieron, escribieron la verdad.Esto no quiere decir que el escritor de cada libro estaba tomando un dictado. A medida que leemos la Biblia nos damos cuenta que fue respetado el estilo de cada escritor. Por ejemplo, Mateo y Marcos presentan la vida de la misma persona, y se ve que lo hacen de una perspectiva distinta y con un estilo diferente. Lea las epístolas de Pablo y luego lea la epístola de Santiago, y notará las diferencias en cuanto a la forma de expresar el mensaje. Esto es una maravilla, y solamente pudo ser posible bajo la guía de Dios. Al leer cada libro aprendemos también características acerca del escritor, al mismo tiempo que aprendemos de Dios, el divino autor.
Dios dijo
El Antiguo Testamento está lleno de las palabras de Dios. Las expresiones: “dijo Dios”, “Jehová dijo”, “habló Jehová”, y otras semejantes, se encuentran más de 1000 veces en el Antiguo Testamento. Eran palabras directas de Dios. El Nuevo Testamento comienza con las palabras de Cristo, el Hijo de Dios. No son solamente relatos de hechos, es revelación de parte de Dios.
Además de escuchar las palabras de Dios, leemos lo que Dios escribió. En el Monte Sinaí Moisés recibió las tablas de la ley, escritas directamente por Dios, con los 10 mandamientos (Éxodo 31:18).
Los escritores
Hablemos algo sobre los instrumentos usados por Dios para dejar escrita la revelación divina, la Biblia. Al menos 37 hombres fueron usados por Dios para escribir la Biblia. Muy posiblemente fueron más debido a que hay varios libros cuyos autores son desconocidos. La variedad de personalidades y trasfondos de estos escritores es amplia. Mencionaremos algunas características de algunos de ellos:
- Moisés: Príncipe en Egipto, enseñado en la ciencia y conocimiento del país más poderoso de su tiempo. Luego, fue pastor de ovejas en Madián y, después de esto, líder del pueblo de Israel por 40 años en el desierto hacia la tierra prometida. Escribió los primeros cinco libros de la Biblia.
- Salomón: Rey en Israel por 40 años y el hombre más sabio de la tierra. Su sabiduría fue dada por Dios. Construyó el primer templo en Jerusalén. En su sabiduría compuso 3000 proverbios y 1005 cantares (1 Reyes 4:32). Escribió Proverbios, Cantar de los cantares y Eclesiastés, así como los salmos 72 y 127
- Jeremías: profeta en Judá, miembro de una familia sacerdotal. Comenzó su ministerio como profeta temprano en su vida. Escribió los libros de Jeremías y Lamentaciones, y probablemente también el libro de Reyes
- Amós: su profesión era pastor de ovejas. Fue llamado por Dios para profetizar al reino de Israel durante los días del rey Uzías y Jeroboam II. Escribió el libro de Amós.
- Pablo: judío, hijo de padres celosos de la ley. Instruido bajo la guía de uno de los maestros de la ley más respetado de sus tiempos: Gamaliel. Fariseo celoso y perseguidor de la iglesia. Salvado por la gracia de Dios para predicar el evangelio mayormente entre los gentiles. Escribió 13 libros del Nuevo Testamento
- Juan: pescador de profesión. Tenía un negocio próspero de pesca en el mar de Galilea junto con su padre Zebedeo y su hermano Jacobo. Fue llamado por Cristo para ser “pescador de hombres”. Escribió 5 libros del Nuevo Testamento, incluyendo el único libro profético, Apocalipsis
Podemos notar el trasfondo tan diferente que cada uno de ellos tenía. Diferentes profesiones: reyes (como David y Salomón), sacerdotes (como Samuel y Esdras), copero (Nehemías), pastor (Amos), primer ministro (Daniel), general de un ejército (Josué), publicano (Mateo), médico (Lucas), pescadores (Pedro y Juan), teólogo universitario (Pablo). Un período de 1600 años aproximadamente, para escribir la Biblia en perfecta armonía.
Dios reveló la verdad sobre las personas, sobre las palabras registradas en la Biblia. Aunque muchas otras cosas pudieron haber sido escritas, esto es lo que Dios ha escogido para revelarse a sí mismo, principalmente. A lo largo de los siglos Dios ha querido comunicarse al mundo, mostrar quién es Él y cómo es.
Dios es el autor de la Biblia, y ha escrito este libro para darse a conocer. Sin embargo, lo que las palabras no podían revelar, nos ha sido dado a conocer por una Persona: Jesucristo. Él es la revelación final de Dios, en quien vemos toda la plenitud de la Deidad. “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1:1-2).
Miguel Mosquera
Compartir