En el mejor de los casos el ser humano, en su pecado, es inmundo. Así lo describe el profeta Isaías, “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia” (Isaías 64:6). Todo pecado (visto en la Biblia como algo sucio) va en contra de la pureza de Dios.
Al salvar a un pecador Dios lo hace santo. Los santos no son una clase especial de cristianos que se han ganado un honor superior a otros. Más bien, todo creyente es un santo a los ojos de Dios. “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Corintios 6:11).
La inmundicia y la lascivia van muchas veces asociado a lo que es inmoral. En el Nuevo Testamento, la inmundicia (impureza) acompaña la fornicación en 6 ocasiones (Romanos 1:24; 2 Corintios 12:21; Gálatas 5:20; Efesios 5:3; Colosenses 3:5; Apocalipsis 17:4).
Estos dos pecados, inmundicia y lascivia, también están relacionados entre sí. La inmundicia es todo aquello que va en contra del carácter puro de Dios. Muchas veces esta inmundicia puede ser mantenida en oculto, como en el caso de los fariseos a quienes el Señor les dijo: “por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia” (Mateo 23:27). La lascivia, en cambio, pierde toda vergüenza en lo inmoral y se deleita, no solamente en el mal, sino en hacerlo público. En la lascivia, la persona se ha corrompido a tal punto que no le importa que otros sepan de su inmundicia, inmoralidad y perversidad.
El peligro de copiar el mundo
El mundo está lleno de inmundicia. “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos” (Romanos 1:24). El hombre incrédulo levanta su puño hacia Dios en desafío a su santidad y sus principios. Así que, si usted tiene la costumbre de justificar sus prácticas diciendo “¿Qué tiene de malo? Todo el mundo lo hace”, está contaminando su propia conciencia y siguiendo los principios equivocados. El final de ese camino es la ruina.
Al copiar el mundo podemos terminar imitando la inmundicia que allí se encuentra. Al aceptar esa inmundicia, muy pronto perderá la vergüenza de que lo vean haciendo algo inmoral, y, peor aún, no le va a ver nada de malo, e incluso se molestará si alguien le dice algo. Los deseos y pensamientos mundanos pueden arraigarse tanto en el corazón de un creyente que ni siquiera podrían otros distinguir si verdaderamente es un creyente o no.
En Efesios 5 el apóstol Pablo nos dice que “vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto”. Pensamientos impuros e inmorales se convierten en un hábito, dañan nuestras conciencias y contaminan nuestro testimonio.
Practicar la santidad
La santificación es una obra de Dios, en la cual el pecador redimido por la sangre de Cristo goza del privilegio otorgado por Dios de ser un santo a Sus ojos. Sin embargo, no es solamente algo que Dios ha hecho “sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir” (1 Pedro 1:15). La santidad debe ser practicada.
Sí, esto es con usted. No es nada más con el predicador, misionero, anciano o maestro, es para cada creyente. “La voluntad de Dios es vuestra santificación” (1 Tesalonicenses 4:3). Alguien dirá, “¿no pensará usted que voy a andar como un santito por todos lados? la gente se va a burlar de mí”. Sí, es cierto, es muy posible que se burlen de usted. Pero, recuerde, usted no vive para complacer a la gente; vive para agradar y honrar a Dios en su vida.
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tito 2:11-14).
Miguel Mosquera
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12 Comments on “Las obras de la carne – 3 – Inmundicia y Lascivia”
Me encantó este artículo donde se predica la palabra y explica sobre la inmundicia y la lascivia. Yo he estado en este pecado con mi novio a pesar de querer hacer las cosas bien, por estar separados por la distancia nos dejamos llevar por malos deseos. Y nos arrepentimos pero volvemos a caer. Ahora que verdaderamente sé lo desagradable e inmoral que es no volveré a cometer este pecado. Espero mi novio que también es creyente me apoye y juntos podamos superar esta prueba y esperar que estemos juntos y casarnos en el nombre de Dios
El matrimonio tiene un valor muy grande para Dios. Es por eso que en el período del noviazgo también se debe valorar, y esperar hasta que ya estén casados. De lo contrario va a ser muy difícil que puedan valorarlo una vez estando casados. Dice Hebreos 13:4, «Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios».
Saludos,
Miguel Mosquera
Muy agradable ésta enseñanza. Pregunto : cómo actúa el SEÑOR CON LOS JÓVENES QUE DESDE LOS 12 AÑOS empiezan agitada vida sexual?
Estimado Edelio,
La fornicación es un pecado sin importar la edad de la persona y, por lo tanto, Dios lo aborrece. Es lamentable que en nuestros días vemos como jóvenes empiezan desde una edad muy temprana, lo cual muchas veces les afecta el resto de su vida. El principal deseo de Dios es salvar a estos jóvenes de la condenación y del poder del pecado en sus vidas, para darles una vida que sea de agrado a Él, siguiendo su voluntad en santidad.
Saludos,
Miguel Mosquera
Soy creyente pero tengo imperfecciones en esta carne…no tengo dominio propio ni fuerza de voluntad.. siempre oro todos los días.. pero de nuevo caigo…. estuve asistiendo a una iglesia cristiana de sana doctrina..soy bautizado….pero caigo en mi propia tentación… tengo conflictos personales que puedo hacer… necesito un consejo…
ESTIMADO CESAR
Si sufres de cualquier inmoralidad sexual y siempre caes en el mismo ciclo de pecado puede ser por que no has derrotado la mentira que el enemigo te hace creer, para tumbar la mentira solo hace falta el conocimiento de la verdad.
La mentira puede ser: este pecado te va a satisfacer, dios no te ayuda o no tienes dominio propio o fuerza de voluntad.
PERO con la verdad puedes derrotar estas mentiras EJEMPLO: Este pecado te va a satisfacer; esto es una mentira la verdad la encontramos en: (Rom 6;23) En efecto, el salario del pecado es la muerte, mientras que Dios nos ofrece como don la vida eterna por medio de Cristo Jesus, nuestro Señor.
EJEMPLO: No tienes dominio propio; esto es una mentira la cual puedo ver que te la estas creyendo he ahi el problema REAL que tienes que curar la cura es la verdad:(Gal 5;22-23) Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Aqui puedes ver que solo con el conocimiento de la verdad en el que (Gal 5;22-23) nos explica que el espíritu da consigo mismo muchos beneficios INCLUYENDO la templanza puedes ver que tienes poder para dominar tu propio cuerpo ya que siendo creyente ya tienes el espíritu santo en ti.
Una vez que la verdad penetre tu mente y creas en la verdad, tus pensamientos cambiaran luego tus aciones cambiaran y luego tus hábitos cambiaran. así pues el resultado sera que ya no sufrirás mas de inmoralidad sexual o cualquier lujuria.
Oro por ti y procura tu también orar a Dios para que te ayude a creer en la verdad de las escrituras divinas con todo tu corazón.
Amen
Hola soy una mujer relativamente joven hace un par de años mi marido me abandono y quedé a cargo de mis hijos pero aveces cómujer es muy difícil ya q siente uno deseos y no tanto de ir a acostarse con otro hombre si no al menos en mi caso pues de satisfacerme yo misma y así sentirme más aliviada y pos de allí mis hormonas vuelven a la normalidad pero hace ya unos cuantos meses he tratado de controlarme pero cada vez se me hace dificil…y Aveces siento q ya no puedo más y no quiero fallarle a Dios pero no sé q hacer para controlar ese deseo!!
Para Carmen que el Señor te bendiga y busca verdaderamente de Dios para que te pueda hacer verdaderamente libre .la masturbación sea en hombres o en mujeres es un demonio tienes que buscar una conserjería espiritual en la iglesia y renunciar a ese demonio que le abriste la puerta de masturbación
Shalom para todos. Es importante buscar refugio en Dios, ya q escrito está, someteos pues a Dios, resistid al diablo, y el uira de vosotros.
Para Cesar, hermano y amigo en Cristo, se que es difícil y yo pasé por lo mismo. Hubieron días que mejor queria abandonar para no dañar mi integridad en Cristo. Pero conforme me fui llenando de su Palabra, entendí que todo recae en la DISCIPLINA Y CONSTANCIA y debemos mentalizar que solo hay dos reinos: luz y oscuridad, la carne o lo espiritual. No seamos alimento a la Serpiente ni a asmodeo…llenate de su Espíritu, disciplinares y el obrara.
Digo pues:andad en el espíritu y no satisfagais los deseos de la carne .porque el deseo de la carne es contra el espíritu ,y el del espíritu contra la carne y estos se oponen entre si ,para que no hagáis lo que quisiereis.
Nuestra lucha a estas obras de la carne
Solo las podemos vencer cuando llevamos una vida
En santidad a Dios
Cuando leemos su palabra
Llevamos una vida de oración
Y de ayuno
Entonces el espíritu de Dios no dejará que la carne anhele los deseos pecaminosos
Dice su palabra que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios .
Obras de la carne
Adulterio,fornicación lasivia,idolatría,hechiserias,enemistades,pleitos ,velos ,irás ,contiendas ,disensiones ,heregias,envidias ,homicidios ,borracheras , orgías
Amados hermanos en el señor todos tenemos debilidades porque estamos en la carne ! Pero poderoso es el señor para ayudarnos solo en él podemos vencer todos pasamos diferentes situaciones pero leamos la palabra y ahí nos daremos cuenta como dijo el apóstol Pablo que pidamos el don de incontinencia