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Los Nombres de Dios

Además de sus atributos, los nombres de Dios también nos enseñan en cuanto a su Persona y su obra. Pasemos a considerar algunos nombres de Dios. Estos no son nombres que hombres han inventado sobre Dios, sino más bien, nombres que Dios mismo ha usado y revelado a nosotros.

Dios (Elohim)

Quizás este es el nombre más utilizado para referirse a Dios en las Escrituras. En hebreo (el idioma del Antiguo Testamento) sería la palabra “Elohim”, mientras que en griego (el idioma del Nuevo Testamento) es la palabra “Theos”. En este estudio nos enfocaremos al término hebreo “Elohim”.

Este nombre es usado más de 2.500 veces en el Antiguo Testamento, de las cuales más de 2.300 se refiere al único Dios vivo y verdadero. En otras ocasiones es usada para referirse a dioses falsos (Génesis 35:2; Éxodo 12:12).

Es una palabra plural que, si bien no prueba en sí la enseñanza de la trinidad divina, nos deja implícita la idea de ésta. Tocando este tema vemos que es interesante que, siendo una palabra plural, siempre viene acompañada de verbos en singular. Esto lo vemos varias veces en el primer capítulo de la Biblia, Génesis 1: “En el principio creó [singular] Dios [Elohim – plural]” (Génesis 1:1); “dijo [singular] Dios [Elohim – plural]: sea la luz” (Génesis 1:3); “Entonces dijo [singular] Dios [Elohim - plural]: Hagamos [plural] al hombre a nuestra [plural] imagen [singular], conforme a nuestra [plural] semejanza [singular]… Y creó [singular] Dios [Elohim - plural] al hombre a su imagen [singular], a imagen [singular] de Dios [Elohim – plural] lo creó [singular]” (Genesis 1:26-27).

La primera vez que encontramos esta palabra es, precisamente, en el versículo ya citado, el primer versículo de la Biblia: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1); y tan solamente en este capítulo encontraremos este nombre en 32 ocasiones. Desde el comienzo de las Escrituras vemos que Dios es antes que todas las cosas. Él es el creador del universo y quien lo sostiene. Su poder es evidente a través de todas las cosas creadas. En el capítulo 1 de Génesis encontramos a Dios creando, diciendo, llamando (poniendo nombres) y, por último, formando. “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3). Sólo Dios puede hacer esto, por lo que vemos su infinito poder revelado en la creación.

Uno de los libros del Antiguo Testamento que más utiliza el nombre “Dios” es el libro de Deuteronomio (374 veces). Una de estas muchas menciones es Deuteronomio 10:17-18, “Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho; que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido”. Aquí notamos la supremacía de Dios sobre todas las cosas, así como su grandeza. Pero es interesante notar que este pasaje, además de presentarnos un Dios que está por encima de todo y es Señor de todo, es el Dios que muestra compasión sobre el huérfano y la viuda, ya que esto forma parte también del carácter de Dios. Él se interesa incluso por aquellos que han quedado sin protección y sustento.

Algunos consideran que la palabra Elohim tiene su raíz en “fuerza” y “temor”, lo cual nos lleva a pensar en el poder de Dios, así como Aquel que debe ser temido, reverenciado y adorado. En Isaías 54:5 encontramos que Él es “Dios de toda la tierra”. En Jeremías 32:27 lo oímos decir: “yo soy Jehová, Dios de toda carne”. En Nehemías 2:4 éste ora al “Dios de los cielos”. Isaías 37:16 registra la oración del rey Ezequías diciendo: “sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra”.

Un dato interesante es que en la mayoría de los casos donde encontramos el nombre de una persona que comienza o termina con ‘el’ esto se debe a que en su significado está el nombre de Dios. Por ejemplo, Israel significa “el que contiende con Dios”; Elías significa “Jehová es Dios”; Samuel significa “pedido a Dios”.

Nombres compuestos de Elohim

Pasemos a mencionar algunos nombres compuestos que usan ‘Elohim’ o ‘El’:

    • El-Shadai – El Dios Todopoderoso o el Dios Omnipotente (Génesis 17:1; 28:3; Éxodo 6:3; Salmo 91:1-2)
    • El-Elyon – El Dios Altísimo (Génesis 14:19; Isaías 14:14; Salmo 9:2; Daniel 7:18)
    • El-Olam – El Dios eterno o el Dios de la eternidad (Génesis 21:33; Isaías 40:28)
    • El-Roi – El Dios que ve (Génesis 16:13)
Jehová

Este es el nombre más utilizado por Dios en el Antiguo Testamento y por el cual se identifica de manera especial con su pueblo Israel. Jehová es YO SOY, es el siempre presente y existente, no está limitado por el tiempo y no tiene comienzo ni fin, es inmutable. Es el Dios que hace pacto y cumple sus promesas, el Dios que redimió a su pueblo Israel del poder de Faraón en Egipto y los sacó con mano poderosa. Todo esto lo podemos ver en el nombre ‘Jehová’ en los pasajes que estaremos citando.

El escritor del himno expresa:

Al Dios de Abraham load, 
de todo Creador. 
Señor es de la eternidad 
y Dios de amor. 
Jehová el gran Yo Soy, 
en cielo y tierra es Rey. 
Reconocedle, y con fervor 
que le adoréis.

Jehová en Génesis

En el capítulo 1 de Génesis Dios utiliza el nombre ‘Elohim’ para narrarnos los eventos de la creación. Luego nos introduce al nombre Jehová, en conjunto con Elohim en Génesis 2:4, “Éstos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos”. Estos dos nombres son usados en conjunto hasta Génesis 3:24 para hacernos ver que Jehová es Dios. El resto del libro Dios usa repetidas veces el nombre Jehová. Eva lo usó (Génesis 4:1), Los descendientes de Set (Génesis 4:26), Abraham (Génesis 12:7), Jacob (Génesis 28:21), entre otros. En la mayor parte del Antiguo Testamento cuando leemos “Jehová Dios” está usando la palabra ‘Adonai’ para referirse a Dios: “Jehová Adonai”.

Jehová en Éxodo 3 – el llamamiento de Moisés en la zarza

Sin embargo, a pesar de que fue usado en repetidas ocasiones en el libro del Génesis, no es sino hasta que llegamos al llamamiento de Moisés en la zarza que Dios le va a decir: “YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos” (Éxodo 3:14). Este es un pasaje clave para entender sobre el nombre ‘Jehová’, así como los siguientes capítulos de Éxodo. 
Jehová en Éxodo 6 – cuando Moisés está entre el pueblo de Israel

En Éxodo 6:2-3 Dios continúa diciéndole a Moisés: “Yo soy JEHOVÁ. Y aparecí a Abraham, a Isaac, y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos”. Dios se muestra como el Dios de la gloria (Hechos 7:2), el Omnipotente, que hace pacto y cumple su palabra al establecer su pacto con la descendencia de Abraham. “Jehová” es el nombre con el que se revela e identifica con el pueblo de Israel, para darse a conocer a ellos. No solamente Jehová les redime por la sangre del cordero y les saca de la tierra de servidumbre con mano poderosa, pero los guía a través del desierto y hace su morada en medio de ellos.

Nombres compuestos de Jehová

Estos no son nombres diferentes, sino que nos enseñan más sobre el carácter y las obras de Jehová Dios:

    • Jehová-Elyon (Génesis 14:22): Jehová Dios Altísimo
    • Jehová-Yiré (Génesis 22:14): Jehová proveerá
    • Jehová-Rofeca (Éxodo 15:26): Jehová tu sanador
    • Jehová-Nissi (Éxodo 17:15): Jehová es mi estandarte
    • Jehová-Salom (Jueces 6:24): Jehová es paz
    • Jehová-Sabá (1 Samuel 1:3): Jehová de los ejércitos
    • Jehová-Mecadishquem (Éxodo 31:13): Jehová que os santifico
    • Jehová-Roi (Salmos 23:1): Jehová es mi pastor
    • Jehová-Tsidquenú (Jeremías 23:6): Jehová, justicia nuestra
    • Jehová-Sama (Ezequiel 48:35): Jehová está allí
    • Jehová Elohim Israel (Jueces 5:3): Jehová el Dios de Israel

“Yo Soy” es el mismo título que usó el Señor en tantas ocasiones en el evangelio de Juan (Juan 6:35; 8:12; 10:9,11,14; 11:25; 14:6; 15:5), en especial cuando dijo: “De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58). Estaba usando el mismo lenguaje que Dios usó al revelarse a Moisés para referirse a sí mismo. No nos sorprende, entonces, el por qué los judíos tomaron piedras para arrojárselas. Por supuesto, ellos rechazaban rotundamente que Cristo es Dios, por lo que para ellos esto sería una blasfemia, por eso dijeron: “Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios” (Juan 10:33).

Otra nota interesante es que los nombres que terminan con “ías”, llevan el nombre de Jehová en su significado. Por ejemplo, Isaías, que significa “la salvación de Jehová”; Josías, que significa “soportado por Jehová”; Jeremías, que significa “Jehová levanta”; Ezequías, que significa “fortalecido por Jehová”.

Señor (Adonai)

‘Adonai’ es una palaba hebrea que significa ‘Señor’ o ‘Dueño’. Es usada en ocasiones en el sentido de la relación entre esclavo y amo (Éxodo 21:1-6) y, en cuanto a Dios, lleva la idea de sujeción, reverencia, autoridad y honor de lo que Dios es digno. Muchas veces lo encontramos acompañando el nombre Jehová, por lo que es traducido “Señor Jehová” (Génesis 15:2).

Josué cuando iba a conquistar a Jericó le preguntó al que tenía la espada desenvainada: “¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?” (Josué 5:13); la respuesta fue: “No; mas como el Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?” 

Padre

El nombre de Padre para referirnos a Dios es una hermosa manifestación de la relación que gozamos con el Dios del cielo. Los nombres que hemos estudiado nos resaltan la grandeza y gloria de Dios, aunque también no deja de indicarnos la relación con nosotros. El nombre Padre resalta la relación que tenemos con Dios, sin dejar de vincularlo con su grandeza y gloria: “el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria” (Efesios 1:17). El privilegio de gozarnos en esta relación no quita la reverencia y respeto que debemos a nuestro Dios, por lo que no usamos palabras como ‘papito’ para referirnos a Dios.

Aclaramos que no todas las personas son hijos de Dios. La relación con Dios como Padre está reservada solamente para quienes han recibido a Cristo como Salvador, como lo dice claramente Juan 1:12, "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios".

Por medio de nuestro Señor Jesucristo hemos sido hechos cercanos, por lo que “tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:18-19).

Al hablar el Nuevo Testamento de Dios como Padre, resalta su amor con nosotros (1 Juan 3:1) y su cuidado por nosotros (Mateo 6:32). Al orar a Dios le llamamos Padre (Juan 14:13). Nos colma de gracia y paz (Gálatas 1:3; Efesios 1:2). Es la fuente de toda buena dádiva y todo don perfecto (Santiago 1:17). Nos da mandamientos (2 Juan 4) y también nos corrige y disciplina, porque nos ama (Hebreos 12:7-9).

Es un estudio igualmente interesante, y que estaría abarcado en este mismo tema, el considerar la relación entre Dios el Padre y Dios el Hijo: “Yo y el Padre uno somos”, y también “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 10:30; 14:9) 

El nombre de Dios no es para identificarlo solamente, sino que describe su persona y su relación con nosotros. Tomamos el lenguaje del salmista para decir: “¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!” (Salmo 8:1).

Bendito mi Señor y Dios,  
te quiero proclamar; 
decir al mundo en derredor  
tu nombre sin igual. 

Miguel Mosquera

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