Icono del sitio salvo X gracia

María de Betania: Aprendiendo y Adorando

María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra… Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfumeLucas 10:39; Juan 12:3

Nos maravilla la convicción de María de Betania, una mujer que mostró su aprecio por el Señor Jesucristo. En estas dos ocasiones la encontramos a los pies de Jesús, primero aprendiendo y luego adorando.

Sería un deleite para cualquiera el escuchar las enseñanzas del Señor Jesucristo. Sus palabras comunicaban gracia y verdad. Su doctrina no era como la de los escribas y fariseos, sino que enseñaba como quien tiene autoridad. Comunicaba verdades profundas en lenguaje sencillo, para que las personas entendieran. Ella estaría tan admirada por la sabiduría de Cristo que ni cuenta se daría del ajetreo que había en la casa. Tremendo ejemplo de aprendizaje que todo creyente debe seguir, el tomar tiempo en quietud y tranquilidad para escuchar la voz de Cristo a través de su Palabra.

En el relato de Juan encontramos nuevamente a María a los pies de Jesús. Esta vez está adorando y derramando un perfume de nardo puro, de mucho precio, como muestra de su amor por el Señor. No hace falta elocuencia de palabras, es suficiente con lo que está haciendo. El Señor aprecia lo que María hizo.

En ambas ocasiones María fue criticada, primero por Marta y luego por los discípulos. Todo aquel que muestra profunda devoción al Señor será blanco de crítica. Podrá ser llamado fanático, pero nunca estaremos exagerando en dar de nuestro tiempo, esfuerzo y devoción a Aquél que lo dio todo por nosotros.

Jesucristo, Ser glorioso
nadie te puede igualar.
¡Que tengas la preeminencia!
Todo a Ti yo quiero dar.

Todo, todo para Cristo
alma, mente y corazón.
Que en mi vida siempre quiera
dar a Ti mi devoción.

Miguel Mosquera

Comparte este artículo

Salir de la versión móvil