Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David1 Reyes 3:3
Así es con nosotros también. El amor no nació en nosotros. Dios nos amó con ‘amor eterno’ y respondemos al amor de Dios amándole a Él. Este amor no es expresado solamente en palabras sino con hechos.
Salomón demostró su amor al andar en los estatutos de David su padre. La obediencia a la Palabra de Dios es una demostración del amor al Señor. Cristo dijo, “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). Este es el ejemplo de Cristo quien dijo, “tu ley está en medio de mi corazón” (Salmo 40:8).
En 1 Corintios 13 leemos que el amor “no busca lo suyo”, más bien se complace en hacer lo que le agrada a quien ama. El Señor Jesucristo nuevamente nos enseña, “Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago” (Juan 14:31), y también, “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (Hebreos 10:7).
La tercera forma de mostrar amor a Dios es en nuestras peticiones. Lo que amamos, eso pedimos. Por eso Santiago 4:3 dice, “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. Salomón no pidió muchos días, ni riquezas, ni la vida de sus enemigos, sino que pidió sabiduría. Estaba mostrando que su anhelo no era agradarse a sí mismo, sino que Dios le capacitara para llevar a cabo la responsabilidad que le había sido dada. ¿Haces los mismo en tus oraciones?
El Señor Jesucristo le hizo esta pregunta a Pedro (Juan 21:15), y te la hace a ti también: “¿me amas más que éstos?”
Miguel Mosquera
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