El Hijo... hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellosHebreos 1:4
Uno de los temas principales de la carta a los Hebreos es exaltar a Cristo. Comenzando con los ángeles y pasando por otros personajes como Abraham, Moisés, Josué, Aarón, y luego, los mencionados entre los héroes de la fe, el escritor demostrará cómo el Señor Jesucristo es superior a todos ellos.
Hay quienes, tristemente, para elevarse sobre otras personas buscan destruir a otros. Sacan todo lo malo que hay en los demás a fin de verse ellos como los buenos. Eso no es lo que vemos aquí. A pesar de que el escritor pudo mencionar las fallas y fracasos de estos hombres, más bien, lo que hace es resaltar lo mejor de ellos. La prontitud de los ángeles en cumplir el servicio de Dios, la fe de Abraham a las promesas, la fidelidad de Moisés, el valor de Josué y la compasión de Aarón. Sin embargo, Cristo los supera a todos y en todo.
Muchos de nosotros quisiéramos, al menos, tener una característica de cada de ellos. Como ya hemos mencionado, cada uno de estos personajes se destacó en alguna área. Cristo no es quien reúne lo mejor de cada uno, sino Alguien que los supera. Si es en cuanto a la fe, Cristo es el “Autor y Consumador de la fe” (Hebreos 12:2). Si es la fidelidad de Moisés en la casa de Dios, Cristo es el “Hijo sobre su casa” (Hebreos 3:6). Josué no pudo dar el verdadero descanso al pueblo de Israel, pero Cristo puede dar el perfecto y eterno reposo por su obra en la cruz.
Los ángeles, aunque con mucha grandeza, a ninguno se le dijo: “Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies” (Hebreos 1:13). En cuanto a la compasión, leemos de Cristo: “no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado" (Hebreos 4:15).
Cristo es mucho más excelente. Es por eso que hacemos bien en vivir hoy, y el resto de nuestra vida, “puestos los ojos en Jesús”.
Miguel Mosquera
Compartir