Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamenteMarcos 5:36
Fácilmente Jairo pudo haber pensado que su petición era más importante y más urgente que la de la mujer. ¿No podía el Señor terminar de llegar a la casa, sanar a su hija y después conversar con la mujer sobre su sanidad? A esto se añaden las palabras de desaliento de aquellos que vinieron con las malas noticias de la muerte de su hija: «¿para qué molestas más al Maestro?» Para este momento cualquier esperanza en el corazón de Jairo se habría desvanecido. Él habría escuchado y visto como Cristo había sanado y obrado milagros en muchas personas pero ahora que él tiene la necesidad ya no hay nada que hacer.
Temor y duda pueden llegar al corazón de una persona en una situación así. ¿Será que hay algo en mi vida por lo cual Dios no contesta mi oración y la de otros sí? O ¿sería mi falta de espiritualidad la razón por la cual Dios obra en otros pero no en mí? No importa que haya una multitud alrededor, nos sentimos solos, nos sentimos frustrados también y dudamos de nuestra fe.
Si estás rogando mucho y no has visto que Dios ha obrado de acuerdo a lo que estás pidiendo, escucha las palabras del Señor: «No temas, cree solamente». Dios dice: «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis» (Jeremías 29:11). Dios va a obrar, en su tiempo y conforme a su voluntad.
Sus propósitos perfectos
a su tiempo cumplirá,
y lo que es ahora amargo
dulce fruto llevará.
La incredulidad es ciega,
pues no mira más allá;
a la fe Dios se revela:
todo nos aclarará.
Miguel Mosquera
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