Sin el perdón de los pecados usted no puede ir al cielo, la presencia de Dios, ya que “No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira” (Apocalipsis 21:27). No hay mayor paz y tranquilidad para un ser humano que estar seguro que ha sido perdonado por Dios: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado” (Salmo 32:1).
Pero el perdón de pecados no es lo que personas piden todos los días al encomendarse a Dios. El perdón no consiste en esconder el sucio debajo de la alfombra. El perdón es librar o quitar el pecado con sus consecuencias a aquel que ha ofendido. Esto no significa que Dios pasa por alto el pecado o que no le importa el pecado, al contrario, el costo del perdón es muy alto.
¿Quién perdona pecados?
A veces nuestro pecado puede ofender a otros, pero todo pecado y ofensa es, en primer lugar, contra Dios. Así lo expresa el Salmo 51:4, “Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos”. Debido a que nuestro pecado ha sido contra Dios, necesitamos es el perdón de Dios. Él conoce todos nuestros pensamiento y acciones, por lo que no hay nada oculto delante de Él.
Dios es el único que tiene la autoridad de perdonar pecados. “¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?” (Marcos 2:7). Él no está obligado a hacerlo, pero la buena noticia es que “Tú eres Dios que perdonas” (Nehemías 9:17).
La base del perdón
Ahora, debido a que Dios es santo y justo, tiene que haber una base para el perdón de los pecados. Dice Hebreos 9:22 “sin derramamiento de sangre no hay perdón” (NBLA). Es necesario la muerte de una víctima inocente para poder otorgar el perdón, alguien que tome el lugar del ofensor.
Eso fue lo que Jesús hizo al venir a este mundo y dar su vida en la cruz del Calvario. Allí sufrió y murió por nuestros pecados, derramó su sangre la cual nos limpia de todo pecado. Basado en la muerte de Cristo y su sangre derramada Dios puede otorgar el perdón sin pasar por alto su justicia.
Cuando Jesús le dijo al paralítico “Tus pecados te son perdonados”, estaba dejando en claro que Él es Dios y, por lo tanto, tiene la autoridad para perdonar pecados. Por eso, más adelante dijo, “El Hijo del Hombre [Jesús] tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados” (Marcos 2:10 NBLA).
¿Cómo se recibe el perdón?
El apóstol Pedro predicando en casa de un general romano, llamado Cornelio, dijo: “De Él dan testimonio todos los profetas, de que por Su nombre, todo el que cree en Él recibe el perdón de los pecados” (Hechos 10:42 NBLA).
El perdón no es una petición que se le hace a Dios como si Dios estuviera en la obligación de perdonarnos. El perdón no se recibe basado en méritos ni buenas obras. El perdón de los pecados se recibe por la fe en Jesús. Dios lo garantiza que es así, podemos confiar lo que Él dice, porque Dios no miente. Jesús le dijo a Pablo: “para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados” (Hechos 26:18).
Todo el que cree en Jesús recibe el perdón de pecados. Sin otro requisito previo, ni nada adicional que agregar.
El perdón es una sola vez
Cuando Dios perdona, perdona todos los pecados. Dios conoce todos los pecados nuestros: pasados, presentes y futuros. Ya que Dios perdona todos los pecados, no es necesario recibir este perdón muchas veces. Esto es lo que pasa con uno que confía en Cristo como Salvador: “estando muertos en pecados… os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados” (Colosenses 2:13).
La obra de Cristo ya está completada, no hay más nada que hacer. Así que, nada se interpone entre usted y el perdón de pecados, puede recibirlo hoy mismo. Dios garantiza: “todo el que cree en Él [Jesús] recibe el perdón de pecados”.
Miguel Mosquera
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