Porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo. Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo la cubierta de tus alasSalmo 61:3-4
El refugio es un lugar confiable para esconderse y protegerse del enemigo. En el refugio encontramos el amparo y descanso necesario para continuar. Sin refugio estamos expuestos y vulnerables, pero en Dios tenemos confianza y seguridad.
En varios de sus salmos David habla sobre sus enemigos, cómo ellos acechan y son despiadados, pero Dios es su torre fuerte. En la Biblia encontramos una torre incompleta (Génesis 11), una torre insegura (Jueces 9:49) y una torre destruida (Lucas 13:4). Dios no es como estas torres, Él es torre fuerte.
El tabernáculo es el lugar de la presencia de Dios. Allí disfrutamos de la comunión con Dios para acercarnos a Él, escuchar su voz y contemplar su grandeza y hermosura.
Finalmente, hay seguridad bajo la cubierta de sus alas. Podemos ver la ternura, cuidado y compasión que hay en esta figura. Es una relación íntima y cercana.
En Dios tenemos confianza, protección, comunión y cuidado. ¡Cuán bueno es Dios!
Bajo las alas del Dios eterno
hallo refugio y protección.
Estoy tranquilo, estoy seguro,
en Él confía mi corazón.
Bajo las alas del Dios amante
hallo descanso y animación.
Tierno me cuida, firme me guarda,
su paz inunda mi corazón.
Miguel Mosquera
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