Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a JehováSalmo 27:14
El rey David ve a su alrededor y hay malignos y enemigos que se han juntado y lo han rodeado. Ejércitos y guerra, todos contra David. Sin embargo, él no teme, está confiado. ¿Por qué? ¿Qué le hace estar tan confiado y cómo podemos nosotros tener este mismo descanso? El secreto está en permanecer muy cerca de Dios y esperar en Él.
Al mencionar la frase dos veces está dando énfasis y confirmando la idea. El esperar en Dios no cambia las circunstancias ni la actitud de otras personas, pero sí cambia nuestro corazón y nos da paz. Nos hace quitar nuestra mirada de los problemas para “contemplar la hermosura de Jehová” (v. 4). Nos da gozo para cantar alabanzas a Dios (v. 6).
Dios renueva nuestras fuerzas para seguir. Otros se desmayarían y se llenarían de desespero, nosotros tendremos paz al esperar en Dios. Vale la pena esperar a Jehová; sí, espera a Jehová.
Oh, Cristo, Redentor
grato es en Ti esperar.
Que permanezca siempre
muy cerca de mi Dios.
Miguel Mosquera