«En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová, y las reparó» (2 Crónicas 29:3)
En este nuevo año, con tantas metas que puedas tener por delante haz como Ezequías, Dios primero. Lo más importante es que lo más importante siempre sea lo más importante. «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas» (Mateo 6.33). Si algo debemos hacer al mirar atrás, al año que pasó, es preguntarnos, ¿qué tanto avancé espiritualmente? ¿es mi relación con Dios más estrecha y fuerte que al principio de año pasado? Reparemos lo que hay que reparar, reestablezcamos el servicio y adoración a Dios, que las demás cosas vendrán por añadidura. «Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (Filipenses 3:13-14).
Miguel Mosquera
Foto en portada y texto: Una puerta con mucho fondo por Manuel bajo la licencia CC BY 2.0 (mod. 1018x460px)