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Un sacerdocio eterno

Y Moisés desnudó a Aarón de sus vestiduras, y se las vistió a Eleazar su hijo; y Aarón murió allí en la cumbre del monteNúmeros 20:28
Mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutableHebreos 7:24

Este debió haber sido un momento muy solemne para Moisés, Eleazar, Aarón y toda la congregación de Israel. Moisés, Aarón y Eleazar suben a la cumbre del monte. Era el final de la vida (y por lo tanto del sacerdocio) de Aarón. Fue despojado de sus vestiduras, ya no seguiría ministrando para Dios ni intercediendo a favor del pueblo.

El escritor a los Hebreos desarrolla en los capítulos 5 al 8 la superioridad del sacerdocio de Cristo sobre el de Aarón. La conclusión al final del capítulo 7 es que “la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres” y nos da, al menos, dos razones: 1) en la ley, los sumos sacerdotes tienen que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, es decir, que son pecadores al igual que el resto; y 2) que debido a la muerte no podían continuar. Aarón era débil en su aspecto moral y era débil porque era un ser mortal.

En contraste está el sacerdocio de Cristo. En cuanto a lo moral, dice: “tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores”. En cuanto a lo mortal, dice: “permanece para siempre... según el poder de una vida indestructible” (Hebreos 7:16,24,26).

Cristo nunca será cuestionado y nunca será reemplazado. Cristo murió en la cruz, resucitó y se sentó a la diestra de Dios. Su obra ha quedado completada, ahora “por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (Hebreos 7:25).

Alabanzas demos al Redentor nuestro; 
tierra y cielo, honores a Él traed. 
Cristo salva y reina por siglos de siglos, 
el Profeta, Gran Sacerdote y Rey. 
Ya la tumba por siempre está vencida, 
¿dónde, oh muerte, se halla tu aguijón? 
¡Cristo vive!  Nos ha traído alegría. 
¡Cristo vive!  ¡Glorioso Salvador!
(Ver himno completo)

Miguel Mosquera

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