Una guía al arrepentimiento

MiguelDevocionales, Vida CristianaLeave a Comment

¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?Romanos 2:4
arrepentimiento

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Malinterpretamos muchas veces la misericordia y benignidad de Dios con nosotros. Pensamos que su misericordia es una licencia para pecar. Nuestra vida puede convertirse en un constante ciclo de: peco, clamo a Dios por misericordia y Él me perdona, así que momentos después vuelvo a pecar, vuelvo a clamar y Dios me perdona nuevamente. Así fue como vivió el pueblo de Israel en los tiempos de los jueces, donde este ciclo se repetía una y otra vez, y es un ejemplo del caos y la ruina que el pecado trae, bien sea en la vida de una persona o de un pueblo entero. Igualmente nos priva de disfrutar una comunión estrecha con Dios.
Es cierto que «si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad», así nos lo enseña la epístola de Juan, pero es esta misma epístola que nos dice que «todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado» (1 Juan 3:9), es decir, no permanece pecando, o el pecado no es la norma de vida. En el creyente el pecado es accidental no normal.
Es precisamente su benignidad y misericordia que nos guían al arrepentimiento. Al clamar por misericordia debemos darnos cuenta de lo horrendo del pecado delante de Dios y buscar su ayuda para agradarle. «Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne» (Gálatas 5:16).

Miguel Mosquera

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