Quisiera llamar su atención a una hazaña mucho más importante y trascendental que la que hizo Fernando Tatís. La obra que hizo Cristo, el Hijo de Dios, en la cruz del Calvario es una hazaña única e irrepetible. Nos dice Hebreos 9:26 en cuanto a Cristo que “en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado”. Una sola vez, no habrá otro sacrificio igual ni que se pueda comparar con el de Cristo. En la cruz, antes de morir, ya Cristo sabía que todo se había cumplido (Juan 19:28-30) dijo “Consumado es”, la obra de la salvación del pecador quedó completa. Dios quedó totalmente satisfecho y no habrá otro que pueda hacer algo semejante. Es por eso, mi estimado lector, que para ser salvo tiene que creer en Él y en su obra en el Calvario para salvarle. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).
Miguel Mosquera