Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él… Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel2 Samuel 20:16,19
Un hombre llamado Seba se había rebelado contra el rey David y se había escondido en la ciudad de Abel-bet-maaca, sin que sus habitantes supieran. El ejército de Joab sitió la ciudad para atacarla y dar muerte a quien se había levantado contra el rey, tomaron las armas y estaban listos para atacar.
En medio de un conflicto, ¿qué posición toma usted? Hay quienes le echan más leña al fuego para que siga ardiendo el conflicto. Otros se paran de lejos para ver qué pasa y después tener algo que contar. Pero, ¿qué provecho hay en esto? Lo único que hace es alargar el conflicto y causar mucho daño.
Esta mujer se nos dice que era de “las pacíficas y fieles de Israel”, su mayor deseo no era hablar del pleito, sino más bien buscar la manera de traer la paz y la armonía. Se interesó en conocer los hechos: ¿qué estaba pasando? Conversó con Joab y con los ancianos de la ciudad. Tenía discernimiento en cuanto a lo que es correcto porque era una mujer fiel, era prudente de palabras. Se hizo justicia y se terminó el conflicto.
Se evitó mucho daño innecesario gracias al carácter de una mujer sabia y pacífica. ¡Cuánta falta hace mujeres como ella! Bien dijo el sabio Salomón: “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1).
Más prudente hazme, más sabio en Él,
más firme en su causa, más fuerte y más fiel,
más recto en la vida, más triste al pecar,
más humilde hijo, más pronto en amar.
Miguel Mosquera
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