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Una receta inspiradora

Ingredientes:
Preparación:

Se toma la harina muy fina y se le agrega el aceite, el incienso y la sal, se mezcla muy bien. Puede ser cocida en sartén, en cazuela o al horno, al fuego.

Modo de empleo:

La harina muy fina nos habla de las perfecciones humanas de nuestro Señor Jesucristo, no había nada que se pudiese encontrar en El, que no fuese perfecto, santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores y hecho mas sublime que los mismos cielos, era admirable en su persona, amigo de publicanos y pecadores, sin pecado, toco un muerto y un leproso sin contaminarse, era único, sus palabras inefables, sus hechos incuestionables, su vida impecable, ninguno había pisado esta tierra como El.

La harina se mezclaba con el aceite, y este último nos habla del Espíritu Santo, la humanidad de nuestro Señor iba ligada a la divinidad de su persona, «por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con oleo de alegría más que tus compañeros», los profetas que profetizaron de la gracia destinada a nosotros, inquirieron y diligentemente indagaron, acerca de esta salvación, escudriñando que persona y que tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, anunciaba los sufrimientos de Cristo y las glorias que vendrían tras ellos. No se podía separar su humanidad de su divinidad, era verdadero Dios y verdadero hombre. El Evangelista Lucas dice: cuando llego a Nazaret, en el dìa de reposo, entro en la sinagoga y tomo el libro del profeta Isaias y comenzó a leer; El Espiritu del Señor està sobre mi, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres… para predicar el año agradable del Señor. Y dijo mas, «Hoy se ha cumplido esta Escritura en vosotros».

Esta mezcla de flor de Harina con aceite, se tenia que echar incienso, era una resina que al contacto con el fuego producía un olor único y especial, se nos indica» que se pondrá sobre ella incienso», y también «todo el incienso». La vida del Señor fue de olor grato a Dios, desde su nacimiento hasta su muerte subió el olor de su fragancia, los cielos se abrieron para mostrar su aceptación «lo he glorificado y lo glorificaré otra vez», «Yo te he glorificado en la tierra , he acabado la obra que me diste que hiciese». «He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste». «Yo les he dado tu palabra» «yo les he dado la gloria que me diste». «yo en ellos y tu en mi para que sean perfectos en unidad» «yo les he dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer aun mas para que el amor con que me has amado este en ellos y yo en ellos».

Finalmente hay que agregarle sal, la instrucción es que no falte jamás la sal en tus ofrendas, agrega la sal del pacto de tu Dios, la formula de la sal es Cloruro de Sodio, pero el cloro solo o el sodio solo son productos letales, debe ser combinado y así es la humanidad y la divinidad de Salvador, juntas nos preservan, separados nos condenan.

Ahora bien toda esta mezcla se colocaba en el sartén , Toda la perfección de la humanidad del Señor sufriendo a la vista de todos, sobre el fuego del altar, » porque también Cristo padeció por nosotros dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas». Pero podía ser colocada en Cazuela, la tapa cubría lo que se estaba cocinando, » de un bautismo tengo que ser bautizado y cuanto me angustio hasta que padezca» «su sudor era como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra». O también colocada al Horno, se sabía mas no se veía lo que estaba ocurriendo dentro del horno, así mismo, » desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena», jeremías dice» su ardiente Furor», David dice, «mi lengua se pegó a mi paladar», Isaías dice, «herido de Dios y abatido» , fue en esas tres horas de tinieblas que se oyó «Dios mío , Dios mío , porque me has desamparado»,» tengo sed», «Consumado es», imposible medir el sufrimiento de aquellos momentos, pero todo era Ofrenda encendida de olor grato para Dios.

¿Que hacer con esta receta? El sabio dice «mientras el Rey estaba en su reclinatorio, mi nardo diò su olor», «bajo la sombra del deseado me senté y su fruto fue dulce a mi paladar» «Así que hermanos míos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios que es vuestro culto racional y no os conforméis a este siglo».

Romer Benjamín Mosquera
Foto en portada y texto: King Solomon builds the Temple por Alvaro Prieto bajo la licencia CC BY-SA 3.0 (mod. 1018x460px)

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