Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéisHechos 2:22
Pedro comienza diciendo ‘Jesús nazareno’, asociándolo a ese pueblo de Nazaret que era motivo de rechazo por parte de los líderes judíos. Aunque había sido rechazado por los líderes de la nación, era “varón aprobado por Dios”. Dios sí apreció y valoró con agrado la vida de su Hijo. Nunca hubo un momento en el cual Cristo hiciera algo que no debía hacer, ni tampoco que dejara de hacer aquello que sí debía hacer. Siempre vivió en perfecta obediencia y dependencia a su Dios, no como una obligación sino con pleno deleite de su corazón.
Muchos grandes hombres en la antigüedad lograron hazañas por su fe en Dios, pero también tuvieron sus fallas. Cristo fue único, teniendo la plena aprobación divina a todo lo que hizo y todo lo que dijo. Dios lo confirmó mediante las señales y prodigios que Cristo hizo entre el pueblo. Nicodemo lo entendió bien, cuando dijo: “nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él” (Juan 3:2).
Fue solo Él en su senda aquí,
sin simpatía alrededor;
y sólo el Padre en gloria allí
del Hijo supo el amargor.
Mas no cedió, ni vaciló;
y estando yo sumido en mal,
hallome. ¡Al Señor load!
Miguel Mosquera
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