Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?Mateo 6:26
Vuestro Padre
Los que somos salvos tenemos una relación cercana y personal con Dios. Él es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos. “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” (1 Juan 3:1). Su compasión y atención están siempre presentes.
Como Padre Él nos cuida. Comprende nuestra situación, conoce nuestros temores y consuela nuestros corazones. Su presencia nos da seguridad y tranquilidad. Él es nuestro refugio. Las aves del cielo, la naturaleza misma, nos señala que hay un Creador que “sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” y nos recuerda que nuestro Padre también nos sostiene y sustenta en todo momento. Si Él cuida de su creación, ¿cuánto más de nosotros sus hijos?
Vuestro Padre Celestial
Al referirse a nuestro Padre como ‘Padre celestial’ no está dando a entender que Dios está en un lugar lejano completamente fuera de nuestro alcance. Más bien, se trata de Uno que está fuera de la esfera de todos los afanes y preocupaciones de este mundo. Nuestro Padre está en pleno control de todas las cosas. No está afectado por las crisis e incertidumbres que desajustan la estabilidad mundial.
Él es el Dios Altísimo, “suyos son el poder y la sabiduría. Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con Él mora la luz” (Daniel 2:20-22). Nada escapa de su control. Está en los cielos como el Soberano, pero a la vez está cerca de nosotros para mostrarnos que podemos descansar y depender de Él ante cualquier situación.
Prudencia y paciencia son necesarias en estos momentos de crisis, así como mucha oración, conscientes de que nuestro Padre celestial tiene cuidado de nosotros.
¿Cómo podré estar triste, cómo entre sombras ir,
cómo sentirme solo, y en el dolor vivir,
si Cristo es mi consuelo, mi amigo siempre fiel,
si aun la aves tienen seguro asilo en Él?
Feliz, cantando alegre,
yo vivo siempre aquí.
Si Él cuida de las aves,
cuidará también de mí.
(Ver himno completo)
Miguel Mosquera
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